Las Barracas de l’Horta Nort en peligro de extinción

De nuevo es el Círculo de Defensa del Patimonio y esta vez junto con la Associacio Cultural de l’Horta las que alzan la voz denunciando el estado de abandono en el que se encuentran muchas de las barracas de l’Horta Nort.

La barraca construcción genuinamente valenciana está en peligro de desaparición. Lo que antaño fue una huerta plagada de estas edificaciones, ahora sobreviven una cantidad muy reducida.

El panorama en los términos municipales de Alboraya y Valencia lo califican estas dos asociaciones como «desolador». Un estado de abandono y ruina de muchas de ellas que han denunciado ambas asociaciones a lo largo del último año.

Han visitado, entre otras, las barracas de Panach, la de Cal Carro, la del Coixo Navarro y la de Cucalo. En algunas de ellas solo se han realizado las obras precautorias exigidas tras las recomendaciones del Síndic d’Agravis (Panach). Están muy lejos de ser rehabilitadas y puestas en valor. Y las otras presentan preocupantes desplomes en los tejados, porches y fachadas. Dejando los interiores el material con el que están hechas (cañas y barro) a la vista, a la intemperie y a expensas de la climatología, sin ningún tipo de protección.

Los Ayuntamientos de Valencia y Alboraya no protegen su patrimonio e ignoran su obligación legal de velar por su protección

Si los Ayuntamientos de Valencia y Alboraya no actúan rápido y se ponen las pilas, todas estas barracas terminarán desapareciendo completamente. Y aunque estos BRL sean de titularidad privada, los ayuntamientos deben velar por la integridad y el estado en el que se encuentran los inmuebles integrantes de sus respectivos catálogo de bienes y espacios protegidos de naturaleza rural. En este caso en concreto, independientemente de lo que hagan o dejen de hacer los propietarios.

Después de tantos años y de tantas denuncias y recomendaciones, sigue fallando la función in vigilando de las administraciones públicas valencianas con competencias en la materia. Siguen faltando inspecciones regulares que comprueben periódicamente el estado en el que se encuentran estos bienes. Requiriendo a los propietarios de los mismos a mantenerlos en las condiciones de exige el artículo 180 de la LOTUP y la LPCV 4/1998 y posteriores modificaciones.

Si estos propietarios no responden, no actúan e incumplen sistemáticamente con sus obligaciones, son los ayuntamientos los que deben ejecutar la acción subsidiaria para evitar la destrucción y pérdida de más patrimonio. No se puede seguir permitiendo, por desidia y dejadez, que estas barracas siguen cayéndose al suelo, una detrás de otra. Si seguimos en esta dinámica, en menos de diez años no quedará NADA. Los responsables de que las cañas y el barro de estas barracas se conviertan en ruina, tendrán nombre y apellidos, por acción u omisión.

Así, estas asociaciones responsabilizan directamente a los Ayuntamientos y a las Concejalías responsables de Patrimonio de la pérdida de estas barracas por no cumpli con su obligación legal.