Carlos Enrique Galiana clausura el sótano del Mercado Central

Carlos Enrique Galiana clausura el sótano del Mercado Central

Tener un sótano de 100 plazas en pleno centro de Valencia y tenerlo clausurado. Este despropósito es gracias al concejal de Mercados y ahora también de Cultura Festiva, Carlos Enrique Galiana.

El sótano se utilizaba como aparcamiento de clientes, pero también a su vez como carga y descarga de los vendedores del mercado, aparcando los camiones de cada puesto.

Además, hace años se construyeron unos almacenes, cerca de 100 unidades en el sótano que se sacaron la concesión administrativa hace aproximadamente 5 años. Ahora para poder acceder a los mismos es necesario aparcar en el parking contiguo de Ciudad de Brujas que gestiona la EMT. previo pago de la cantidad económica pertinente. Así parece que se llena un aparcamiento que tampoco cumple la normativa del propio Consistorio.

Cualquier aparcamiento público exige según la normativa municipal que la rampa de acceso ha de tener una inclinación concreta. En casos de aparcamientos de menos de 200 plazas y condiciones muy concretas se puede autorizar alguna inclinación superior. Pero la rampa de acceso principal al aparcamiento municipal supera con creces estos márgenes, con lo que debería ser igualmente clausurado.

Los vendedores exigen poder acceder para aparcar sus camiones

Actualmente cada mañana hasta las 11am son muchos los camiones pequeños y furgonetas de reparto que se juntan en los alrededores del mercado para poder descargar las mercancías. Un caos de tráfico cada mañana perfectamente solventable si se aperturase el sótano para la carga y descarga de los alimentos que se venden en el Mercado superior. Congestión de tráfico y polución innecesarias y alargando los tiempos de carga y descarga, fácilmente evitable.

Se clausuró el aparcamiento porque no cumplía la normativa, ya que hay una única rampa de acceso y salida al aparcamiento. Por contra, se abrió un gran pórtico al nuevo parking de la EMT. Fácil hubiera sido que a través de esta comunicación en la que coge una furgoneta y camión pequeño se aperturase como salida. Pero cuando algún problema no se quiere solventar, todo son pegas. La realidad, un sótano desangelado y sin uso. Con la puerta cerrada y una cadena en la rampa que impide el acceso.

Para poder descargar, en las zonas contiguas a las puertas se acumulan a primera hora decenas de camiones y furgonetas de los vendedores. Una vez descargado el género han de llevarse el vehículo. Si es posterior a las 11 de la mañana, has de utilizar el nuevo aparcamiento propiedad de la EMT. Así, para poder usar la zona de carga y descarga has de pasar por caja.

Los almacenes sin agua y luz

Los almacenes que son concesión administrativa a 20 años, siguen sin luz en su interior. Tan sólo disponen de preinstalación para ello. Un sinsentido más municipal de este gran Mercado para los valencianos. Lo que les obliga a los titulares de los almacenes a entrar con linterna o gastar miles de euros en una acometida de luz en un edificio histórico propiedad del Ayuntamiento. Lo que obligaria a extender miles de cables y hacer cientos de agujeros en un edificio BIC.

Un Mercado Central en oposición directa al Consistorio

La Asociación de vendedores del Mercado Central que ha rebosado sus tragaderas. Todo han sido buenas palabras con el Consistorio, una relación amorosa que se ha acabdo rompiendo.

Así, primero fueron las líneas de la EMT que retiraron de su puerta. Posteriormente los difíciles accesos de clientes hacia el Mercado, con una bajada en las ventas. Ahora ya se muestran directamente enfrentados a los cambios de movilidad del concejal Grezzi. Ya que alejará aún más a los compradores y les obligará a hacer transbordos. La relación con el Consistorio es tensa ya abiertamente. Cada gesto colma más la paciencia de los vendedores que cada vez y en mayor número critican abiertamente la gestión de Ribó y del concejal Carlos Enrique Galiana.