Fomentar el terrorismo y la violencia contra las personas no es libertad

El rapero Pablo Hasel ha entrado en prisión, y no, no es porque en este país no haya libertad de expresión. Pero son tiempos en los que el propio Vice-presidente del Gobierno se permite decir que España no es un país democrático. A pesar de que él mismo es el vicepresidente de ese mismo país al que él mismo califica que no es una «democracia madura».

Confundir libertad con «hago lo que me da la gana» es una mala costumbre de algunos que se llaman libertarios e incluso antifascistas, pero que practican un verdadero fascismo ideológico en el que «si no piensas como yo eres un fascista y no tienes ningñun derecho».

«La libertad de cada uno acaba cuando transgrede la libertad de otro individuo»

Así, la base de la sociedad es el respeto mutuo por el bien común, aceptando distintas ideas y modelos cogiendo como base la tolerancia y el respeto común.

El caso del rapero Hasel no es libertad de expresión y iene conducta reiterada

Pablo Rivadulla es el nombre del rapero Hasel que fue condenado en distintas ocasiones por enaltecimiento del terrorismo y por injurias a la Corona.

Una primera vez fue su condena en 2014 por la Audiencia Nacional condenado a dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo. En canciones subidas a YouTube en las que hablaba de grupos terroristas como Los Grapo, Terra Lliure, ETA o Al Qaeda.

Algunas de sus letras siguientes implican según decía la Sentencia «No es admisible en el ámbito de la libertad de expresión incitar a la violencia, o realizar un discurso de odio. Tales como es la alabanza o justificación de acciones terroristas y el deseo de nuevas actuaciones de los grupos terroristas».

  • «¡Merece que explote el coche de Patxi López!».
  • «Es un error no escuchar lo que canto, como Terra Lliure dejando vivo a Losantos».
  •  «Los Grapo eran defensa propia ante el imperialismo y su crimen».
  • «Quienes manejan los hilos merecen mil kilos de amonal».
  • «Pienso en balas que nucas de jueces nazis alcancen».

Esta condena se suspendió en 2019 con apoyo de la Fiscalía advirtiendo al rapero que no volviera a incurrir en el delito.

Segunda condena

En marzo del 2018 lo volvieron a condenar por injurias a la Corona y a los Cuerpos y Ferzas de Seguridad del Estado. El Tribunal Supremo rebajó la pena porque las alabanzas a ETA y Los Grapo al no estar estas bandas armadas en activo eran menos graves.

En este caso, eran más de 60 tweets al respecto con afirmaciones como estas:

  • La familia real son unos parásitos.
  • La monarquía tiene negocios criminales como el tráfico de armas a Arabia Saudí.
  • La monarquía vive a todo lujo a costa de la explotación y miseria ajena.
  • La Guardia Civil, como hasta el tribunal europeo ha dicho, ha torturado.

Tercera Condena

Esta condena aún no es firme, entra en la cárcel por acumular las dos anteriores. Pero en esta tercera el verano de 2020 un juez lo condeno por «empujar, insultar y rociar con un líquido de limpieza» a un periodista de TV3 en una rueda de prensa en la Univeridad de Lleida.

Entra en prisión por conducta reiterada en el tiempo, porque no se puede amparar la libertad de expresión para llamar a la violencia contra colectivos concretos.

Joan Baldoví se apunta al circo y justifica a Hasel

El diputado de Compromís afirma que se ha de cambiar la ley y habla de «vergüenza» por que entre en prisión una persona que enaltece el terrorismo y llama a la violencia.

Baldoví quiere comparar a Hazel con Rato, para desviar la atención y afirma que Europa nos dirá que «no tenía sentido ahber condenado a este rapero».

Baldoví así justifica en letras de canciones los mensajes de terrorismo y violencia, quizá porque él mismo la ha amparado y foemntado posando junto a esteladas catalanists o acudiendo a actos callejeros donde se instigaba a acabar con la Constitución o con el Estatut de Autonomía de los valencianos.

Hasel llama a la algarada en las calles

Dicho y hecho, en una actitud victimista, el rapero ha vuelto a hacer lo que mejor sabe hacer, llamr la atención e incitar a la violencia, en muchas de las Ciudades, como en Valencia, jóvenes radicales se han enfrentado a la policía a la que llaman «represora».

Eso sí, nos ha permitido estos hechos saber para quñe sirven esos maceteros tan polémicos de la Plaza, que sin estar fijados al suelo se han utilizado como arma arrojadiza contra la policía… Al menos los de menor tamaño.