2023 será un año electoral, donde en primavera iremos a las urnas para elegir los representantes municipales y autonómicos. Mientras a final de año se celebrarán las elecciones generales, dodne elegiremos los diputados del Congreso y los Senadores.
Todos los partidos políticos han puesto en marcha su maquinaria electoral de cara a las eleccioens municipales y autonómicas de primavera. Pero también a nivel estatal se han puesto en marcha los aparatos de los partidos para encarar las eleccioens generales de otoño.
Los partidos en clave estatal
Ayer con el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez-Feijóo se dió la salida a este año electoral que por lo que se vió va a ser bronco y muy largo para los ciudadanos. Un cara a cara del que nadie salió claro vencedor y donde los grandes perdedores fuimos los ciudadanos.
Un formato el del Senado elegido desde el Partido popular proque Feijóo ha sido nombrado senador. pero claramente beneficioso para Sáncghez que contaba con un tiempo ilimitado. Un debate por llamarlo algo, más bien recriminaciones mutuas donde los acuerdos brillaron por su ausencia.
Detalles como el del Presidente del Gobierno mirando a Feijóo y tratando de humillarlo diciendo que «de política económica usted va muy justito». Da fe de la escasa voluntad de pactos del Gobiernos, y desde la oposición tampoco se quedaron cortos en «halagos» al presidente.
En clave de Corts Valencianes
El president Chimo Puig ha hecho lo propio y ha solicitado en Les Corts la celebración del Debate del Estado de la Comunitat Valenciana, que ya tiene fechas, a finales de este mes. Una oportunidad para todos los partidos de mostrar sus cartas de cara a las eleccioens de la primavera.
Un debate en el que veremos unos socios del Botanic que por un lado se reivindican como la «esencia indispensable del Botanic» y por otro lado atacarán a su socio de gobierno. Aquí ya no hay amigos, y será un guerra sin cuartel.
Los distintos partidos encaran la clave electoral
El PSPV y el PSOE cambió sus Estatutos y por ello, Puig no necesita convocar primarias para ser el candidato, ya que es el Presidente autonómico. Pero sí han de ser convocadas en ciudades donde no ostentan la alcaldía tales como Alicante y Valencia. Valencia Capital va a ser una pieza fundamental y todas las miradas se dirigen a Sandra Gómez, cuyos últimos escándalos de enchufismo y posible corrupción la alejan da la candidatura.
Desde el PPCV se tienen claros los candidatos en las principales ciudades, pero otra cosa son muchas poblaciones donde en teoría en Octubre deberán estar marcados los candidatos, pero hay mar de fondo… Las encuestan le son prolíficas y la desgaste de Puig y Compromís pueden llevarles a ser las listas más votadas. Desde el PPCV han redoblado esfuerzos los últimos emses en hacer una oposición más incisiva y feroz.
Compromís no sabe dónde ir, ya que carece de candidato oficial, después de los escándalos de Oltra, ayer mismo la ejecutiva decidió el reglamentod e las primarias. Pero el desgaste de gobierno en las encuestas les da una pérdida considerable de votos. Valencia Ciudad será una pieza clave, ya que Ribó está obligado casi a presentarse al no tener candidato alternativo que tenga un mínimo de carisma.
Podemos se debate entre el ser y no ser, rozando la barrera electoral del 5%. Ha empezado una lucha feroz con Compromís que les «roba» cargos institucionales. Pero el desgaste de Compromís puede dar una buena oportunidad a la coalición y ganar los votos perdidos por Compromís. En Valencia pueden volver al hemiciclo municipal, pero han de marcar muy bien la distancia con Compromís.
Ciudadanos a la desesperada
Ayer conocimos que Ciudadanos ha designado ya a Fernando Giner como candidato a la Alcaldía, deberá doblegar las encuestas que le dan poco más de 10.000 votos. Muy lejos de los 25.000 necesarios para obtener representación municipal. En Corts Valencianes muchos de sus diputados ya parecen haber tirado la toalla, aunque muchos se resisten a la desapariciónd el centro político y la polarización de la política valenciana.
Vox y la incertidumbre
Hablar de Vox es hablar de total incertidumbre, por duro que suene. No conocemos los candidatos, ni si quiera los actuales representantes saben si repetirán o no de cara a las próximas elecciones. Tiran de marca nacional, pero el trabajo que se ha visto en los últimos meses es más bien discreto.
Las expectativas creadas de gran subida se han desvanecido tras la debacle de Andalucía y la marcha de Olona. Mucho de su posible electorado parece fugarse al PP y auqnue mejorarán resultados, será una mejora muy tibia, de forma que dan la sensación de haber tocado techo electoral.
Los otros
Existen muchas otras opciones de cara a los próximos comicios, ahora sin representación, pero que deberán convencer a una ciudadanía cada vez más harta de los políticos tradicionales.
En cuanto al valencianismo político, vuelve a estar dividido, y siguen apareciendo formaciones cuyo discurso habla de unión pero van en sentido contrario. Hay tres proyectos muy diferenciados y casi imposibles de juntar. Por un lado la única unión que se ha hecho es la de Avant/Los Verdes, con poble y ACNV y concejales de partidos independientes, pero los constantes cambios de nombre son un obstáculo para sus opciones, han pasado de ser Encontre a Decidix.
Se han juntado por otra parte Valencia Unida, un proyecto casi unipersonal de Lizondo Jr, muy alejado de la política de su padre con Lo Nostre, un partido a las greñas y con ex-Vox entre sus filas. Pero a veces en política 1+1 no son 2, sino 0. Parece que no terminan de encajar ni de despegar.
Por otra parte, Pepe Herrero otra vez auspicia una unió-n de minorías, donde han juntado los restos de partidos ya extintos como Renovacio, con caras próximas a Sentandreu (que de momento está en Vox), y Aguar, un supuesto centro valencianista que escribe en AVL.
Puesto el acelerador de cara a las próximas elecciones
Los partidos han empezado la precampaña y deberán sacarse literalmente conejos de la chistera para convencer a su electorado. Un electorado cada vez más cansado de falsas promesas y slóganes vacíos de contenido. El hartazgo de la ciudadanía es claro y notorio y la clase política deberá bajar a la arena a pelear cada voto.
Eso sí, será un año largo, muy largo y por lo visto ayer, bronco, muy bronco. Los ciudadanos nos jugamos mucho en unas elecciones, y por tanto hemos de exigir a todos los representantes políticos claridad y determinación. Ya no valen las promesas, cuando luego los hechos van en sentido contrario. Se llevará el voto aquél que más empatice con la ciudadanía y aquél que sea más próximo.
El juego acaba de comenzar y ahora es la hora de la ciudadanía de exigir hechos. Nuestro voto bien vale una clara exigencia y que los políticos se mojen y se comprometan y cumplan con lo que prometen, si no de políticos con ganas están llenos los partidos políticos.