– “Tenemos peor atención a los ciudadanos y prácticamente las mismas infraestructuras que en 2015”
Ante la comparecencia del consejero de sanidad mañana lunes, el diputado y portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario VOX en las Cortes Valencianas, David García ha explicado que “desgraciadamente tenemos el mayor presupuesto de la historia para sanidad, pero seguimos por debajo de la media en inversión por paciente.
Estamos lejos de los niveles de inversión que teníamos por ejemplo en 2006 y a pesar de haber aumentado en un 132,43% el presupuesto con respecto a 2002, la calidad asistencial se ha visto mermada. Tenemos peor atención a los ciudadanos y prácticamente las mismas infraestructuras que en el año 2015.”
En VOX hemos dicho desde el principio que los presupuestos son irreales y ficticios y además no se cumplen y sanidad es una muestra de ello. García ha puesto varios ejemplos. El centro de salud en Condomina (Alicante) se presupuestó para 2020 con un coste de 2.850.000 € y a fecha de hoy no se ha empezado y el coste presupuestado ha aumentado casi el triple (8.700.000 €).
Lo mismo ha sucedido con el centro de salud Vinarós II: se presupuestó para 2020 con un coste de 3.250.000 € y a fecha de hoy no se ha empezado, ascendiendo el coste presupuestado a 4.800.000 €.
La localidad valenciana de Onteniente es otro ejemplo de la mala gestión y falta de previsión de la Consejería de Sanidad. Aquí se presupuestó la construcción de un hospital en 2019 con previsión de finalizar en 2022. Sin embargo, el hospital no se ha construido y en 2023 aún se prevé un coste pendiente de 12.369.000 €. Este verano se derivaron los pacientes de atención primaria a Játiva, por falta de personal y los vecinos se preguntan cómo van a completar la plantilla del nuevo hospital si la misma es insuficiente para cubrir el ahora existente, de tamaño mucho más reducido.
Otro caso sangrante es el nuevo edificio del Hospital Clínico de Valencia. Para este año se presupuestaron 50 millones de euros con previsión de dos años, pero para 2023 ya ha ascendido el coste a más de 69 millones de euros. García explica que “Es el problema de querer hacerse la foto antes de haber empezado a trabajar. El contrato fue adjudicado en 2022 por un 40% más de lo previsto en 2021, cuando se anunció a bombo y platillo”.
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