Al voltant de Vinatea o la vuelta de los talibanes

Una vez más el pueblo valenciano entra en el bucle, no deseado, del volver atrás.

El no dejar vivir en paz es muy propio de un desgobierno incapaz de digerir los deseos ciudadanos, la historia escrita, la sólo vivida, la soñada,… la real.

Los pueblos orgullosos de su pasado representan a sus héroes con afán de perpetualidad, tallados en piedra, esculpidos en mármol, fundidos en bronce, incluso en delicados lienzos o simples representaciones pictóricas, mas o menos acertadas.

Pero en el respeto a esos libros, sin hojas, que son los monumentos, siempre hay excepciones lamentables, llevadas a efecto por interesados o vengativos iconoclastas.

Recientemente un hecho triste quedó grabado dolorosamente en el alma de los que disfrutamos de obras ciclópeas que vencieron el paso inexorable del tiempo y el olvido.

Uno de los mas conocidos se llevó a cabo en el 2001 por los talibanes que en Kabul destruyeron los Budas preislámicos de Afganistán, 1500 años pasaron, respetando los gigantescos Budas de 55 metros, la estatua de Salsai que dormía, el sueño petreo en sus abovedadas cámaras, talladas en la montaña de Bamiyán.

Pero, sorprendentemente, el mundo actual fue testigo de su destrucción, por el régimen taliban, por considerarlos “ídolos contrarios a sus creencias”, y la dinamita acabó con su enclave. Ni Gesgis Khan se atrevió a destruirlos; pero sucumbieron a la barbarie de la ignorancia.

Ante el asombro del mundo del arte se ha convertido en el símbolo que recuerda el deber de proteger el patrimonio cultural de los pueblos democráticos.

Valencia tiene sus héroes, sus personajes históricos. No importa si mas o menos recientes, su Patrimonio y sobre todo su Memoria Histórica grabada intensamente en el alma racial.

Uno de esos personajes es Frances de Vinatea, que nos recuerda a los valenciano del Reino, el orgullo de serlo, el sentimiento nacionalista de un pueblo que enriqueció la historia de la Patria común, que es España, con los hechos de la Nación Regnicola , que es Valencia.

Van a cumplirse 20 años desde que la estatua de Vinatea, realizada por el preclaro escultor castellonense Manuel Rodriguez Váquez, se erige como guardián del Reino, en la plaza mas importante del suelo valenciano.

  • La personalidad de Vinatea la define como nadie, Miguel Adlert Noguerol, jurista, notario, intelectual:

“Vinatea es el héroe valenciano fundamental. Es un héroe civil y civilizado, que defiende el Derecho, civilmente, jurídicamente y por la vía jurídica QUE NO ES NUNCA VIOLENTA”

Defendió con valentía, contra el poder real el Derecho Civil valenciano que Jaime I, grabó en los Fueros.

Hombre noble, hijo de Morella, Jurado, Justicia de lo Criminal de la Ciudad y Reino, impidió a Alfonso II el Benigno el “contrafuero” de romper el Reino para dotar al Infante Fernando, hijo de Leonor de Castilla, de las villas de Guardamar, Morella, Albarracin, Tortosa con titulo de marquesado, Elda, Alicante, Novelda, Burriana, Oriola, Jativa, Alcira y Castellon, ó sea: Els Furs del Regne de Valencia que Jaime I distinguió de los de Aragón.

Ya conocemos los valencianos los hechos históricos de 1333.

Ya lucimos, orgullosos, la estatua del primer nacionalista del Reino.

Todo bien.

¿Todo? No.

Porque aparecen en el equipo de “desgobierno” valenciano los NUEVOS TALIBANES, con el poder prestado por el pueblo, como Jurados.

Con el ánimo destructor, de acabar con la identidad de los valencianos.

Con la intención malsana de destruir y llevar al olvido “el ídolo contrario a sus enfermizas manias”

E intentan la defenestración de Vinatea con “cien escusas” no encaja, dicen, en la nueva plaza.

“El sitio no es el idóneo” sé, como nadie, el por qué de la ubicación de Vinatea en el lugar donde se encuentra, desde su colocación en 1993.

Y ¿Por qué se le representó de esa manera?

Queríamos una figura noble, con la indumentaria del siglo XIV, viril y perentoria.

Que, en su mano izquierda sujetara el “Llibre del Furs” abierto por una de las páginas donde el Conquistador exige la indisoluble unidad del Reino.

Con el brazo derecho una mano abierta, con firmeza demuestra su ademán de exigencia.

Este momento histórico tan importante para nuestro pueblo se narra en la Crónica de Pere el Ceremonios.

Decidimos, por entonces, ubicar la estatua de Vinatea en la Plaza mas importante del Reino, lugar donde desde la época jaimina, estuvo el singular e importante Convento de Sant Frances, donde se expuso su cuerpo yacente, tras ser asesinado, apenas 2 meses después de esta acción y antes de su entierro en Morella.

Quisimos que mirara hacia la caballerosa Valencia Medieval, donde estuvo habitando tras su avecinamiento en Valencia, en la Parroquia de San Nicolas, de la que fue Conseller (recordemos que los avecinamientos se agrupaban en parroquias)

Era importante que su mirada se perdiera en dirección al Palacio Real donde impuso el fin del contrafuero.

Y, por último, y no por ello menos meditado, porque Valencia, pueblo democrático que tantas veces se resistió a la injusticia y la ocupación, quiso marcar su símbolo de recuperación de autonomía y autogobierno en el mismo lugar que, desde 1965, hasta 1983 ocupó la estatua ecuestre del Generalísimo Franco, ejemplo duro de una dictadura largamente impuesta.

Fue nuestro deseo especial, colocar al defensor de las Identidades del pueblo valenciano, (aún a costa de su vida), al firme jurado, Francés de Vinatea, ejemplo vivo de los derechos identitarios de nuestro pueblo, libre y soberano.

Por ello, cuando la razón de la fuerza se quiere imponer sobre la fuerza de la razón, hemos de ser firmes.

  • Vinatea NO se mueve de la plazadel ayuntamiento

Porque debe estar, puede estar, y no desdice en absoluto del lugar que ocupa.

Ahora, los nuevos talibanes, que odian los fueros del Reino y los sentimientos identitarios de esta tierra, se enfrentan al héroe que los representa, Vinatea debe permanecer donde siempre.

Ribó, Sandra Gómez y su gente merecen ocupar la lista de “otros” talibanes.

Es Vinatea quien no sobra. Es el lugar que le corresponde.

No proceden cambios.

Tampoco se puede arrinconar en el olvido la obra escultórica de Manolo Rodriguez, internacionalmente conocido.

Es patrimonial.

Pagada con dinero público de nuestro pueblo, aprobado en el Pleno Municipal de 1993, y mayoritariamente aceptada por el pueblo llano.

Vinatea debe quedarse en su lugar bien ganado

María Dolores García Broch