Puig Perdedor

Muchos ciudadanos se están preguntando qué motivos hay para votar a Puig para que renueve el sillón presidencial. Realmente esa es la pregunta que cada día angustia en el Palau de la Generalitat.

  • Hasta ahora la propaganda presidencial iba tapando las costuras de una gestión bastante mediocre del gobierno tripartito, potenciando el presunto perfil moderado de Puig.

Los asesores del Palau iban sembrando los medios de comunicación con el mensaje: “Ximo no es Mónica Oltra”, “A Ximo no le gustan las excentricidades de Podemos”, “Ximo no es catalanista pero no tiene más remedio que aceptar el sectarismo de Compromís”, “A Ximo le gusta la iniciativa privada, pero tiene que callar cuando Pilar Lima insulta a los empresarios”.

Desde la sala de máquinas socialista se ha intentado crear una imagen idílica de su secretario general para convencer al votante de que no vota al PSPV, sino que vota a Ximo Puig.

Pero la realidad es otra, puesto que quien es responsable de la gestión de Oltra, de los insultos de Pilar Lima, del catalanismo del conseller Marzá, de las pancartas de apoyo a los “países catalanes” de la consellera y dirigente comunista Rosa Pérez, de las condenas por discriminación a los sanitarios de la candidata al ayuntamiento de Alicante Ana Barceló, del recurso contra la ampliación del puerto de Valencia y sobre todo, de los desprecios del gobierno de Pedro Sánchez a nuestra Comunitat en temas tan relevantes como el agua y la infrafinanciación.

Por eso, Ximo Puig va a perder las elecciones del 28 de mayo próximo, porque el artificio que ha creado a base de señalar a otros como los responsables, no va a poder aguantar la realidad de los hechos.

Porque los ciudadanos vamos a reflexionar, pensando en la papeleta y la urna, si tenemos unos servicios públicos mejores que en el año 2015 y qué hemos ganado como sociedad con el gobierno de Ximo Puig.

Con respecto a las viviendas sociales no podemos analizar la gestión porque no se ha construido ninguna en estos ocho años, tampoco podemos analizar las infraestructuras judiciales porque no se ha inaugurado ningún edificio para mejorar la Justicia valenciana, tampoco hay nuevos hospitales y las listas de espera para operarse han pasado de 67 días en 2015, a 115 días en 2022, es decir se han duplicado con Ximo Puig.

El responsable del caos producido con la reversión de los hospitales de Alzira y Torrevieja es Ximo Puig, el cual decidió por sectarismo que le daba igual la calidad de la sanidad pública, dándose el caso que, por ejemplo, en Torrevieja la empresa Ribera Salud dejó la gestión del departamento sanitario con 82 días de media de espera y ahora se superan los 125 días. Siendo el colmo de los ridículos que hace pocos días se ha sabido que se ha contratado una empresa privada para hacer resonancias en un camión aparcado junto al hospital de Torrevieja.

  • Otra mentira de Ximo Puig es el eslogan de que “no se iba a permitir que se hiciera negocio con la sanidad”, y desde que él gobierna se ha multiplicado por 8 el dinero para las derivaciones quirúrgicas a la sanidad privada.

En Justicia no estamos mejor ya que se han tenido que recurrir a barracones en LLiria y Nules por falta de espacio. Hay que imaginarse los juicios y declaraciones de detenidos  con todos los intervinientes amontonados en lugares de reducidas dimensiones, sin servicios higiénicos y con dificultades informáticas.

Otro dato que nos hace pensar en un Ximo Puig perdedor, es que más del 30% de los valencianos viven en riesgo de pobreza o exclusión social, estando con 2,6 puntos más que la media de las comunidades autónomas. Por lo que es un simple eslogan la repetida frase socialista de “que son el gobierno de la gente”, porque se han convertido en una verdadera máquina de hacer pobres.

Han aumentado las personas que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada siendo un 15,5% de hogares. También es impactante saber que, bajo la gestión de Puig, el 47.8% de la población experimenta dificultades para llegar a fin de mes y que el 11,1% de la población menor de 64 años residente en la Comunitat vive en hogares con baja intensidad de empleo.

A este descalabro social se une al terrible dato que ha hecho público FEDEA  (Federación de Estudios de economía Aplicada) que la Comunitat ostenta el deshonor de tener el mayor descuadre presupuestario de España, al tener la mayor carga de endeudamiento acercándose al 50% del PIB, a pesar que tenemos los impuestos de patrimonio y de recargo del IRPF de los más altos produciendo una verdadera asfixia fiscal que no sirve para redistribuir la riqueza como acredita la brecha social descrita anteriormente.

  • Por tanto, somos líderes en riesgo social y campeones en pago de impuestos, por lo que no se entiende donde va nuestro dinero, porque sinceramente no va a dignificar los servicios públicos.

Aunque hay que reconocer que a quien le ha ido mejor durante la gestión de Puig, a parte de sus familiares más cercanos, ha sido a las entidades catalanizadoras que han recibido millones de euros sin límite alguno y sin afectarles los problemas presupuestarios que arrastra el Consell.

Por tanto, no hay mejor sanidad, educación, servicios sociales, ni justicia que en 2015. Los agricultores valencianos son castigados con menos agua que van a hacer inviables muchas explotaciones, y la única respuesta que reciben de Ximo Puig es el encogimiento de hombros y escusas infantiles.

Entonces ¿para qué nos ha servido a los valencianos Ximo Puig?, para nada, por eso es un perdedor y por mucho que fuerce la máquina de la propaganda, muchos valencianos estamos empezando a sonreír porque quedan pocas semanas para que se vaya y venga Carlos Mazón.