El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura ha alzado la voz ante el previsible incremento de los caudales ecológicos de la nueva planificación hidrológica del Tajo. Ya que ponen en peligro la continuidad del trasvase hacia el Levante. Y, por tanto, los puestos de trabajo de 106.000 personas y la continuidad de un sector que genera al PIB nacional 3.000 millones de euros.
Así se desprende un informe técnico del sindicado sobre las consecuencias del aumento en 2,5 metros cúbicos por segundo (m3/s) de caudales a su paso por Aranjuez. Contemplado en el Esquema Provisional de Temas Importantes del nuevo plan del Tajo que prepara la Confederación Hidrográfica. Actualmente el caudal mínimo de Aranjuez es de 6 metros cúbicos. Y los de Toledo y Talavera de la Reina de 10 m3/s. Que quieren incrementar a 17,00 en el primer caso y a 17,80 m3/s en el segundo.
Así, los desembalses desde los pantanos de Entrepeñas y Buendía para mejorar el caudal mínimo del río en ese punto restarían 78 hectómetros cúbicos a los trasvases hacia la cuenca del Segura. O lo que es lo mismo, supondrían un descenso del 21 por ciento del agua destinada al riego y un 18 por ciento menos de agua para consumo urbano.
El sindicato de regantes reclama un plan de depuración
El presidente del Sindicato, Lucas Jiménez hace hincapié en que los regantes deberán seguir pagando el mismo peaje por el uso del trasvase aunque llegue menos agua. Además de compensar la caída de los caudales del Tajo con agua desalada, de mucha peor calidad y mucho más cara. Y subraya que el sector agroalimentario ha mostrado su fortaleza como uno de los pilares económicos y laborales en la actual crisis sanitaria. Por lo que no entiende los intentos que hay para debilitarlo.
Entre otras medidas para dar solución al llamado ‘Conflicto del Agua’, el presidente del sindicato de regantes reclama a los municipios ribereños al Tajo, especialmente a Aranjuez, y a las comunidades autónomas de Madrid y Castilla-La Mancha que acometan un plan de depuración como el realizado en la Región de Murcia hace dos décadas. Lo que permitiría, según sus cálculos, destinar a caudales ecológicos hasta 500 hectómetros anuales de aguas depuradas.
Infraestructura injustamente criticada
Este año va a ser clave para la pervivencia del Trasvase Tajo-Segura. Tras más de cuarenta años de funcionamiento, esta infraestructura hidráulica ha generado una productiva agricultura en las provincias de Murcia, Alicante y Almería, la llamada ‘Huerta de España’, ya proveen el 71 por ciento de las exportaciones nacionales de hortalizas. Y el 25 por ciento de las frutas, con importantes exportaciones al resto de Europa.
Sin embargo, el acueducto es permanente e injustamente cuestionada por motivos territoriales, políticos, medioambientales, pero nunca técnicos. Ahora, el Ministerio para la Transición Ecológica también lo pone en entredicho. Pese a la oposición de los Gobiernos de Murcia y Valencia. Y la ambigüedad del Ministerio de Agricultura.
Se olvida, según el Sindicato de Regantes, que los trasvases son un recurso unitario, de solidaridad interterritorial. Y uno de los mayores elementos vertebradores de un país subordinado al interés general, según recoge la propia Ley de Aguas y la Constitución
“Además, los trasvases cumplen un papel esencial en la gestión hídrica de España. No se puede regionalizar este recurso básico para la vida. El agua no es de los territorios, ni de las comunidades autónomas, ni de sus presidentes, ni de las confederaciones hidrográficas. Es un recurso esencial que se debe gestionar atendiendo a criterios técnicos y de interés general”, señala Jiménez.
Los de la cuenca del tajo, llenos
Además, este año precisamente se da la circunstancia de que gracias a la pluviometría hay agua más que suficiente en la gran mayoría de cuencas hidrográficas peninsulares. Tras el temporal Filomena, el posterior deshielo y las borrascas de las últimas semanas, la cuenca del Tajo dispone de un 40% más de agua y están por encima del 72 por ciento.
En la misma línea, los embalses gestionados por el Canal de Isabel II han iniciado marzo por encima del 84 por ciento de su capacidad, superando en más de 15 puntos la media de los últimos años. Y es que todos los expertos en gestión hídrica coinciden en que va a ser un buen año en cuanto a garantía y disponibilidad de agua.
Por ello, los agricultores levantinos creen que el Ministerio que dirige Teresa Rivera no tiene ninguna razón técnica de peso para cercenar los envíos de agua a través del Acueducto Tajo-Segura. Cuestionando su continuidad presente y futura. Comprometiendo así su viabilidad económica. A día de hoy, están pendientes de trasvasar 99 hectómetros cúbicos que no se han realizado debido a las obras en el embalse de la Bujeda, en Guadalajara.