– A mediados de este mes de noviembre estaba prevista la celebración de la Fashion Week 2024 en Valencia, que ha sido suspendida por motivo de los trágicos efectos de la dana que ha sacudido nuestra tierra.
Tenía mucho interés en ver las creaciones de los diseñadores que iban a intervenir, y sobre todo de ver si somos capaces de disponer de una pasarela que crezca y se consolide en nuestra ciudad.
No era mal cartel, en términos taurinos, el que presentaba esta edición, y tenía un diseñador por el que tengo debilidad: Carlos Haro.
Tuve la suerte de comercializar una colección de Carlos, que bautizó como “Tropicana”, colección trabajada con sedas y de un éxito notable. Las creaciones de Carlos siempre las he definido como muy sensuales, prendas que dibujan como nadie la figura de la mujer. Dentro de su estilo tan personal, se aprecia una gran madurez en sus diseños, que han evolucionado con el diseñador. Carlos, muy popular en su querida Aldaya, donde ha realizado innumerables desfiles, lleva una dilatada carrera, y es sin duda una pieza importante en la moda valenciana. Es un referente en la alta costura y los trajes de novia de alto nivel, tanto en confección como en diseño, con alguna incursión en el prêt-à-porter.
Dentro de la moda de novios para hombre desfilaba Félix Ramiro, que nunca deja indiferente, con su estilo peculiar y nada convencional, donde busca que el novio sea el centro y comparta el protagonismo con la novia en ese día tan especial.
Es una suerte contar con diseñadores de este nivel en nuestra tierra, con el aporte de diseñadores de otros lugares. Es una auténtica pena no poder dar la visibilidad adecuada a toda la creatividad de que disponemos, en una pasarela que consiga la deseada relevancia nacional e internacional.
Una pasarela importante sitúa a una ciudad en el foco mediático y potencia la industria textil de calidad.
No desfila cualquiera, hay que contrastar su calidad y no convertirlo en un escaparate de vanidades y postureo social, que en mayor o menor medida acompaña a estos eventos. La organización de una pasarela debe estar al margen de lo trivial y centrarse en una buena gestión de recursos y objetivos claros.
Desde luego no es por falta de talento, es más por falta de apoyo institucional, y de que este apoyo se canalice correctamente, con buena gestión, equipos serios y profesionales, interesados en el avance de la pasarela, para consolidar temporada tras temporada una Fashion Week a la altura de la ciudad de Valencia.