Fernando de Rosa: “Otra vuelta de tuerca”

Fernando de Rosa: “Otra vuelta de tuerca”

Según el diccionario de uso de la lengua española de María Moliner la expresión “dar una vuelta de tuerca” se utiliza cuando se ejecuta una acción con la que se pretende forzar a alguien a que actúe de una determinada manera. Pues bien, la política actual, en la que el sanchismo ha claudicado ante los chantajes, imposiciones y exigencias de los radicales y excluyentes se caracteriza por eso, por las “vueltas de tuerca” que una y otra se aplican con el objetivo final de “dar la vuelta” al orden constitucional. No está de más recordar las palabras del ahora defenestrado y por entonces Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, al anunciar una “crisis constituyente”.

Esta es la historia que se repite una y otra vez desde que Pedro Sánchez se instaló en la Moncloa. Formó gobierno incorporando al mismo a los podemitas y comunistas. Nació el que muchos llamamos “Gobierno frankenstein”, lleno de “tuercas” mal puestas pero que se ensamblan muy bien y funcionan sincronizadas cuando se trata de intentar romper España y alterar el orden constitucional.

Desde entonces, y como un verdadero caballo de Troya desde dentro de las instituciones nacionales, los comunistas golpean y arremeten contra la jefatura del Estado, el Poder Judicial y su órgano máximo de gobierno, así como contra el Tribunal Constitucional. Al más puro estilo bolivariano, van carcomiendo las instituciones básicas que garantizan el orden democrático y el control a la acción del Ejecutivo.

  • A su vez, el Gobierno está arropado por los radicales y filoettaras de Bildu, así como los excluyentes y golpistas de Esquerra Republicana de Catalunya.

Esos partidos son los que “engrasan” desde fuera la maquinaria mal construida del Gobierno, con el objetivo de alentar la ruptura y la exclusión.

Con el apoyo de estos partidos Sánchez logró la investidura, y una y otra vez, paga el peaje prometido. En las negociaciones ocultas que se llevaron a cabo se programó una agenda secreta que poco a poco va aflorando, y precisamente, en cada ocasión en la que se negocian los presupuestos generales del Estado, se van poniendo sobre la mesa las “cartas” que juega cada uno de ellos, en esta partida política en la que nadie dice la verdad.

En anteriores ocasiones, los nacionalistas catalanes consiguieron el indulto de los condenados por el intento de golpe de Estado con ocasión del “procés”, a cambio del voto favorable a los presupuestos. Por su lado, los de Bildu lograron acercamiento de presos etarras a cambio de dar el voto a las cuentas generales.

Ahora, las claudicaciones del sanchismo se dirigen a la reforma de la regulación normativa del delito de sedición, con el objeto de dejar vía libre a los independentistas a que hagan realidad la amenaza de que lo volverán a hacer, pero esta vez, sin que el Estado de Derecho tenga en sus manos los instrumentos para reaccionar.

Por su parte, a los excluyentes de Bildu se les ofrece la posibilidad de que pueda haber “selecciones nacionales vascas” que puedan competir en el ámbito internacional. A su vez, esta semana que termina, la portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua, sabedora de la necesidad que tiene Pedro Sánchez del apoyo de esta fuerza política, exige al presidente del Gobierno que “cumpla lo pactado”.

  • Es realmente preocupante y triste que el presidente del Gobierno sea tan dócil y complaciente con los que no buscan el interés general.

Sin embargo, tanto él, como sus ministros y ministras, Tezanos y los medios de comunicación afines, han salido en tropel a poner de “vuelta y media” al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Nunca habíamos asistido a un ataque tan desmedido y sin cuartel a un líder de la oposición, pero no olvidemos que así es como actúa el socialismo bolivariano que tanto admira un sector del Gobierno.

Frente al intento de desprestigiar al adversario político, a la vez que debilitar al Estado de Derecho, los españoles saben que el presidente nacional del PP, con altura de miras, está trabajando para evitar que las instituciones del Estado se desmonten o sean utilizadas por los que no respetan el orden constitucional. Ya es hora de que el interés personal de Pedro Sánchez deje de anteponerse al interés general y bien común. Esa es la vuelta de tuerca que realmente hay que dar.

Fernando de Rosa, Senador por el Partido Popular