Fernando de Rosa: “Dar la cara”

Fernando de Rosa: “Dar la cara”

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la locución verbal “dar la cara”, según su primera acepción, significa “responder de los propios actos y afrontar sus consecuencias”. Lamentablemente, el gobierno del Botànic nos tiene acostumbrados a ocultar su verdadero rostro.

Nunca da la cara por nada, al contrario, se pone de espaldas a la ciudadanía y no responde por los errores, desatinos y escándalos que se van encadenando uno tras otro, sin asunción de responsabilidad alguna por las consecuencias de los mismos.

Lo único que el Botànic ofrece son meras palabras vacías, como las que nos tiene acostumbrados el President Puig, o exabruptos y descalificaciones al Partido Popular, como es habitual en la Vicepresidenta, Oltra. Ambos políticos están tocados y salpicados por errores graves en su gestión estando obligados a la rendición de cuentas y a la asunción de responsabilidades.

  • Así, no podemos olvidar el papel protagónico que quiso adoptar el President en los momentos duros de la pandemia.

En esos primeros meses intensos de la lucha contra la covid-19, Puig hacía lo mismo que su jefe de partido, Pedro Sánchez: utilizar sus comparecencias públicas para maquillar el rostro de la pandemia. La solemnidad de sus discursos contrastaba con la ausencia de medios con los que ponía a trabajar al personal sanitario.

  • La Comunidad Valenciana lideró el número de contagios en el personal sanitario, con más de 17.000 trabajadores afectados.

Sin lugar a dudas, la falta de previsión del gobierno de la Generalitat, tanto del President, como de la Consellera Barceló, provocaron que las consecuencias en la salud de los trabajadores sanitarios fueran mayores y más graves. No había material en condiciones en los centros sanitarios, y, sin embargo, se despilfarraron millones en la construcción de hospitales de campaña fantasma, alguno de los cuales se lo llevó el viento, como el discurso vacío de Puig.

El Juzgado de lo Social número 5 de Alicante, ha condenado recientemente a la Conselleria de Sanitat a indemnizar a los profesionales médicos que trabajaron “sin haberles dado los equipos de protección adecuados”. De hecho, en la sentencia se indica que los sanitarios se vieron en la necesidad de reutilizar batas desechables, o que no se les facilitó gorros o pantallas porque se estimó que no eran necesarios.

La Conselleria tenía la obligación derivada de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, de adoptar las medidas y medios de protección individuales y colectivos, y no lo hizo. Por este motivo, se concluye que se infringió dicha obligación “desde el conocimiento que se tenía de la existencia de una pandemia de Covid-19 y, especialmente, desde la declaración del estado de alarma”.

  • Tras conocerse la sentencia, el President ha anunciado que por “interés general” se plantea recurrir la sentencia.

Una vez más, Puig elude dar la cara asumiendo las consecuencias de sus decisiones. Es curioso cómo Puig confunde el interés general con el suyo propio y el de su partido. Con el recurso lo único que pretende es dejar a salvo su imagen, ganar tiempo con los trámites procesales, sabedor que cuando finalmente llegue la sentencia confirmatoria, él ya no estará al frente del Gobierno autonómico. Sin embargo, el interés general es que el personal sanitario hubiera dispuesto de los medios adecuados para trabajar en condiciones adecuadas, de igual manera que el personal de la Administración de Justicia al que dejó sin medios adecuados de protección cuando se reanudaron las actividades procesales.

También el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Alicante ha condenado esta semana a la Conselleria de Sanidad por no vacunar al mismo tiempo a los médicos de la sanidad privada y la pública. Una vez más, el partido socialista demuestra que, con sus actuaciones en la gestión de la pandemia, no ha sabido respetar los derechos fundamentales.

En la sentencia se afirma que todo el personal médico (público o privado) que estuviera en primera línea combatiendo el virus “tenía absoluta prioridad para ser vacunado, prioridad que la Administración valenciana no respetó”.

«Con rotundidad se afirma que “hubo exclusión y se vulneraron derechos fundamentales”.

Mientras, la Consellera de Sanitad Universal y Salud Pública, ha desaparecido, el tsunami generado por la sexta ola se la ha llevado por delante. La atención primaria está colapsada, incluso un dirigente del partido socialista ha reconocido públicamente en un medio de comunicación, que Puig y Barceló tienen sanitarios sin contrato y sin cobrar en plena ola.

La locución verbal a la que me he referido en este artículo, tiene una segunda acepción que es con la que quiero terminar, transmitiendo un mensaje de esperanza a la ciudadanía. Dar la cara también es “adoptar una actitud comprometida y valiente, mientras otros se inhiben”.

Pues bien, Puig vive instalado en su inhibición, desidia e incompetencia, lejano a los problemas reales y dejando a trabajadores y ciudadanos desamparados, Mientras, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana, está en condiciones de devolver la ilusión y la esperanza que el Botànic se ha llevado por delante. Su presidente, Carlos Mazón, siempre da la cara y con una actitud comprometida y valiente está dispuesto a trabajar por nuestra Comunitat.