Fernando de Rosa: “Aunque la mona se vista de seda”

“Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Este conocido refrán hace referencia al hecho de que se puede cambiar o alterar el aspecto exterior. Sin embargo, la esencia o el interior siguen siendo lo mismo. Aunque las cosas o las personas se cubran de “seda”, (o la mona del refrán), para cambiar la apariencia, el interior se sigue conservando, nada cambia…, mona se queda.

  • Los políticos de izquierda se visten de seda para ocultar sus miserias.

Cubren con seda sus vergüenzas y dicen trabajar por el bien de todos, y, sin embargo, solamente salen beneficiados los suyos, sus amiguetes y enchufados. Apelan a la reconciliación y la moderación, y, sin embargo, se desangran en sus luchas intestinas sin cuartel. De hecho, la izquierda es muy dada a ocultar su verdadero rostro para llegar al poder, o en su caso, mantenerse en el mismo. Sin embargo, en las últimas semanas hemos podido ver lo que se esconde tras su falsario mensaje progresista.

  • Un ejemplo muy claro lo tenemos con los separatistas y catalanistas del Bloc.

De sobra sabían que sus opciones de crecimiento en la Comunitat Valenciana eran imposibles si mostraban su verdadera cara de sumisión al catalanismo separatista. Por eso se diluyeron bajo el paraguas electoral de “Compromís”, y se presentaron ante los ciudadanos como un partido comprometido con la Comunitat Valenciana.

Sin embargo, el compromiso lo tenían con la locura secesionista, y entre ellos mismos: respetarse, guardar las apariencias y enterrar el hacha de guerra para conseguir estar en el Gobierno de la Generalitat, y desde allí trabajar al servicio del independentismo radical y excluyente. Sin embargo, el agua siempre encuentra su camino

A Mónica Oltra, Vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, le ha salido un competidor dentro de su coalición electoral. El dimitido conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicente Marzá dice que deja el Gobierno del Botànic para centrarse en el partido, ya que afirma que “es imprescindible consolidar un tercer Botànic”.

  • Ellos mismos saben que con una Oltra previsiblemente imputada, sus opciones electorales van a ir cada vez a menos.

Por esa razón, Marzá, dirigente de “Més Compromís”, partido heredero del Bloc, inicia su camino para apartar a una Mónica Oltra en horas bajas y al borde de la imputación. Ha empezado la noche de los cristales rotos en el separatismo catalanista en la Comunitat Valenciana. Solamente puede quedar uno.

Por otro lado, al alcalde de Valencia, Joan Ribó, esta semana ha insultado, por partida doble, a los valencianos, su cultura y tradiciones. Esa es la marca de la casa de Compromís, partido que insulta y desprecia siempre lo nuestro. Así, Ribó recurrió a una de sus habituales chapuzas para contratar a última hora, once días antes de la fiesta de la Mare de Déu, y por medio de un contrato menor, la fea y oscura lona instalada en la fachada de la Basílica, en vez de recurrir al tradicional tapiz de flores, tan propio de esa celebración.

  • A su vez, una vez más, Ribó faltó a los actos de celebración del día de la Virgen, argumentando que él no asiste a ningún acto de carácter confesional.

El alcalde no puede ningunear los sentimientos de la mayoría de los valencianos y valencianas. La religión también pertenece al sentimiento cultural de un pueblo. Denota muy poca cultura democrática, que Ribó excluya de sus funciones como máximo representante de la ciudad de Valencia, la asistencia a actos religiosos, sean de cualquier confesión religiosa, y sobre todo, si es la que profesan la mayoría de los valencianos y valencianas.

Sin embargo, el alcalde fue capaz de sacar tiempo para rendir pleitesía en una cena secreta, a Oriol Junqueras, condenado a trece años de cárcel por sedición y malversación por ser uno de los principales responsables del intento de golpe de Estado en Cataluña. Ribó no asiste a los actos de la Mare de Déu, pero tiene las tragaderas y la poca decencia de invitar a cenar a quien viene a la Comunitat Valenciana a intentar conquistarla y sumarla a la locura secesionista propia de Esquerra Republicana.

Ya está bien de que Compromís se vista con la seda de un valencianismo falso. No es admisible que sean tan sumisos al imperialismo secesionista catalán. Los hechos son los que son y son tozudos. Ni Oltra, ni Marzá, ni Ribó, trabajan al servicio de los valencianos.

Por cierto, la remodelación de Consellerias llevada a cabo por Puig no es más que un lavado de cara, un intento de achicar el agua, porque el gobierno se hunde. Cubrir con un nuevo “traje de seda” el fracaso del Botànic.