Atila Sánchez

La frase célebre referida a Atila, rey de los hunos, es «por donde pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba». Los hunos hostigaron intensamente al Imperio Romano y casi, estuvieron a punto de provocar la caída del mismo en el siglo V. El caballo de Atila se llamaba Othar. Salvando las distancias históricas y temporales, el Partido Socialista, Podemos y otros grupos de izquierda radical como EH-Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya y Compromís, entre otros, están en plena campaña de hostigamiento al orden constitucional.

Objetivo: romper el pacto de convivencia de la democracia

El objetivo final es romper el pacto de convivencia celebrado entre los españoles con el advenimiento de la democracia. Para intentar alcanzarlo, el Gobierno frankenstein y sus socios cabalgan a lomos de su propio Othar. El propósito es, que donde pisen sus patas, ya no vuelva a «crecer la hierba» de la coexistencia pacífica. Se pretende y fomenta el enfrentamiento entre españoles, la creación de bandos, de manera que el que no piensa como ellos es antidemocrático. Esa es la esencia del populismo en el que se instaló Atila Sánchez.

La monarquía

Las dos patas delanteras del Othar sanchista han fijado su objetivo en la Monarquía y el Poder Judicial. En relación con la Monarquía, todos estos grupos radicales han salido en tropel atacando la institución. Pero esto no es algo nuevo. Felipe VI tuvo que defender los valores democráticos y constitucionales tras el intento del golpe de Estado en Cataluña con la celebración del referéndum inconstitucional. Los partidos independentistas nunca le han perdonado que cumpliera con su deber de garantizar el respeto a la Constitución.

Lo que están cuestionando estos grupos radicales, con el permiso y la complicidad de Sánchez, no es la Monarquía, sino la unidad de España. En este sentido, comparto las  palabras del Presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo. No olvidemos, que el artículo 56.1 de la Constitución dispone que el Rey es símbolo de la unidad de España y de su permanencia y que arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones del Estado. El rey dio un discurso ejemplar el día de Nochebuena, cumpliendo con la función que tiene encomendada, a diferencia de toda la orquesta de acosadores al orden constitucional.

El Poder Judicial

El otro objetivo en donde no interesa que vuelva a crecer la hierba de la libertad y de la independencia, es el Poder Judicial. El continuo acoso al que está sometida la Justicia,  garante del respeto del orden constitucional, la legalidad y los derechos y libertades de los ciudadanos en nuestro país, es realmente indignante. Los intentos de reformar el sistema de nombramientos de los vocales del Consejo General del Poder Judicial o la voluntad acelerada de reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para limitar sus funciones, responde a esa campaña orquestada para destruir la convivencia en paz en España y desmontar el poder que sirve de contrapeso al Gobierno.

El Othar social-comunista sigue galopando para conseguir esos dos objetivos a los que me he referido, tiene que seguir pisando sin dejar que crezca la hierba en otros ámbitos. Así, es importante tener muy presente la campaña de manipulación informativa del sanchismo. La misma se caracteriza por crear nuevos vocablos, por maquillar la realidad, haciéndola diferente y sobre todo, por intentar manipular la información. La cocina monclovita de Iván Redondo prepara platos de alfalfa manipuladora, para alimentar  a ese caballo que lo que pretende es la creación de un  «mundo feliz» en el que dependamos del todopoderoso Atlia Sánchez.

Se quiere dejar huella alterando por completo el sistema social en España. Ellos dicen que es para mejorarlo, pero en realidad, es para esquilmarlo. El fin perseguido es convertir a la ciudadanía en dependiente, de igual manera que ha hecho la izquierda radical en Venezuela, o el populismo en Argentina. Se trata de fomentar la idea de que incumplir, o no pagar, no acarrea ninguna consecuencia, porque papá Estado está ahí.

Atila no consiguió su objetivo, ni Sánchez tampoco lo conseguirá. Sus socios blanqueados le acabarán tirando del caballo cuando ya no les sirva. Atila falleció en su noche de bodas. Sánchez perderá el control de ese caballo cuando se acabe el «idilio amoroso» impostado con la izquierda podemita y radical.  Sin embargo, ya ha hecho mucho daño que es preciso reparar. Desde la moderación, el respeto a la unidad de España y la convivencia en paz entre españoles, podremos empezar a sembrar la semilla de la concordia en donde el sanchismo ha dejado su fatal huella.

Fernando De Rosa Torner