Aesae amplía su denuncia a la Comisión Europea por la Ley de valenciana que pretende limitar las gasolineras automáticas

Aesae amplía su denuncia a la Comisión Europea por la Ley de valenciana que pretende limitar las gasolineras automáticas

AESAE, La Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas  ha denunciado a la Comunidad Valenciana ante la Comisión Europea por limitar el modelo de negocio de las gasolineras automáticas, al obligarles a tener personal de manera indirecta en las estaciones y, así, convertirlas en atendidas.

  • La Asociación recuerda que el modelo que representan las gasolineras automáticas está contemplado en la normativa del sector, donde se reconoce que existen tres modelos para vender carburante al por menor: atendido, autoservicio y desatendido.

De esta manera, el DECRETO Legislativo que entró en vigor el catorce de diciembre del pasado año atenta contra la normativa del libre mercado y de la libre competencia, favoreciendo la continuidad del oligopolio.

  • “Una vez más una normativa contraria a nuestro modelo de negocio, que se aprueba en diciembre, tiempo propicio para este tipo de movimientos”, afirma el Presidente de Aesae, Manuel Jiménez Perona.

Aesae ya denunció esta situación en Bruselas en 2016 y provocó que Valencia eliminara la modificación del Estatuto del Consumidor que le obligaba a tener personal en las estaciones de servicio automáticas.

Ahora, de forma indirecta, y con “discreción” ha modificado el Estatuto del Consumidor para obligarles a tener personal, a través de una ley en la que únicamente se obliga a las gasolineras automáticas a ser accesibles, obviando las barreras arquitectónicas que existen en las estaciones autoservicio y atendidas.

“El problema de accesibilidad en las estaciones no se soluciona con personal, sino que pasa por eliminar cualquier barrera arquitectónica que impida la libre circulación de las personas con discapacidad en cualquier instalación. Así, ayudamos y promovemos la accesibilidad universal”, denuncia Jiménez Perona.

  • Mediante la nueva modificación aprobada del Estatuto del Consumidor, se pretende crear una comisión de accesibilidad para que decida, de manera arbitraria y partidista, qué estaciones automáticas son accesibles y cuáles no, sin controlar al resto de gasolineras.

De esta manera, “con una especie de tribunal de la Inquisición, nos pondrán tantas trabas que será imposible continuar con nuestro modelo en la Comunidad Valenciana, que ha permitido alcanzar con su apertura a la libre competencia, tener los precios más baratos del mercado, amortiguando mejor que en otras Comunidades Autónomas el efecto de subida de los carburantes que se está produciendo en el mercado”, dicen desde la Asociación.

Así, Aesae afirma que además de la denuncia ante la Comisión Europea, anuncia que estudiará todas las medidas posibles como hizo con la modificación anterior del Estatuto del Consumidor que promovió el Gobierno valenciano en 2016 y que retiró en 2017, ya que la nueva modificación, como la anterior, carece de motivación más allá de favorecer los intereses de las gasolineras tradicionales en detrimento de todos los consumidores.

Un ahorro real, unos 11 céntimos por litro más barato que en las tradicionales

Según estudios de entidades independientes, los precios de las gasolineras automáticas son, de media, unos 11 céntimos por litro más barato que en las tradicionales. Esto supone un ahorro de entre unos 280 a 320 euros anuales, según un informe de la Organización de Consumidores (OCU).

  • “Ofrecemos un servicio que beneficia directamente al consumidor y, en concreto, a su presupuesto.

De las partidas del presupuesto familiar, la primera y más relevante que se puede disminuir y, que está en manos del consumidor, es la del transporte. Así, ofrecemos la oportunidad a los consumidores de dedicar ese ahorro a otras partidas. Queremos que los conductores decidan y paguen lo justo y necesario”, expone Jiménez Perona.

  • La implantación de una estación de servicio automática, que incrementa la presión competitiva sobre las estaciones de su entorno local.

Tiene un efecto en los precios de la zona, beneficiando de manera inducida al resto de consumidores que la zona de influencia. Así lo reconoce la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y la Competencia) en su Informe de julio de 2019, con el nombre de “efecto desbordamiento”.

La diferencia media de precios entre las gasolineras alcanzó un máximo del 16,9% para el gasóleo A y del 12,3% para la gasolina 95 durante el periodo investigado (2012-2016).

En este Informe se ha estudiado como ejemplo Madrid, y se ha concluido que la entrada de gasolineras automáticas en la Comunidad provocó que los precios de las estaciones cercanas se redujeran en alrededor de un 0,5% en el gasóleo A y de un 0,21% en la gasolina 95. Esto supuso un ahorro entre 15 y 24 millones de euros para los consumidores de las gasolineras tradicionales.

Como conclusión, la CNMC pide a las Administraciones públicas no poner barreras a las estaciones de servicio automáticas, dado el efecto beneficioso que éstas generan al consumidor.