Begoña Pallardó repasa su trayectoria en Valencia Basket en ‘ADN Taronja’

Begoña Pallardó repasa su trayectoria en Valencia Basket en ‘ADN Taronja’

En esta nueva edición de ADN Taronja, la base Begoña Pallardó hace junto a Víctor Luengo un recorrido por su paso por Valencia Basket, en el que vivió dos ascensos formando parte del proyecto femenino del Club desde el inicio en nacional hasta la plantilla que consiguió subir a la máxima categoría del baloncesto español.

Begoña recuerda que cuando en el verano de 2014 “nos contaron en la Malvarrosa el proyecto para que no desaparezca en Valencia todo lo que se había formado y toda la cantera femenina y nos piden que formemos parte, hasta que no lo vives no te lo crees. Se quería que llegase a donde ya está hoy en día el Valencia Basket pero lo ves muy lejos. Y al haberlo vivido antes ves que es algo que es muy difícil conseguirlo. Y más por méritos deportivos, porque el Valencia Basket tiene su Cultura del Esfuerzo en la que todo se gana compitiendo.

Si quisieran lo podían haber tenido de otra forma, pero lo querían hacer así y lo veíamos más difícil, porque lo teníamos que hacer nosotras”.

Como reconoce la propia Pallardó, ese nuevo equipo supuso “la vuelta de todas esas jugadoras que habíamos coincidido en categorías inferiores y teníamos esa conexión especial. Creo que eso es lo que nos diferenció, sobre todo éramos amigas y eso se notaba”. Ese grupo de jugadoras ya se clasificó para la fase de ascenso en su primer año y en la segunda temporada, tras una campaña inmaculada, llegó el momento decisivo. Final en Castellón ante el Real Canoe por una plaza en la división de plata. Partido igualado. Valencia Basket tiene balón para ganar con empate a 67 en el marcador.

La propia Begoña reconoce que lo que pasó después no era exactamente lo que el entrenador había pintado en la pizarra:

“Me acuerdo perfectamente de ese momento, era una jugada para el triple de Virginia. La jugadora que defendía a Esther, que era la que sacaba, pisó la línea de banda y el árbitro lo paró. Y ellas vieron toda la jugada perfecta. Cuando Esther volvió a sacar tengo como flashes de ese momento, no sé ni cómo me llegó el balón, solo recuerdo el subidón. He metido la canasta, ha entrado en tiempo y recuerdo el subidón de celebrarlo. Fue una sensación muy bonita. Cuando veo las imágenes no recuerdo solo ese momento y ese partido, recuerdas los dos años, todo el trabajo que no se ve, los entrenamientos y lo bien que nos lo pasamos. Cuando hay un buen vestuario, todo va rodado”.

En la primera temporada en Liga Femenina, la 2016-17, Pallardó estuvo alejada de las pistas durante casi toda la temporada por motivos académicos.

Recuerda que “me dio mucha pena ya que ese año lo viví desde fuera y desde otra perspectiva. Estuve desvinculada a nivel vestuario pero a nivel personal estuve ahí. Vi a mis amigas dar un paso adelante y te sientes orgullosa”. Volvió para los últimos dos partidos de aquella campaña en la que se aseguró la permanencia en Liga Femenina 2, aunque la propia Pallardó reconoce que “aquello fue más anímico que otra cosa, porque llevaba casi un año sin jugar”.

Bego Pallardó
Bego Pallardó
Para el segundo año en la categoría de plata entró desde el principio en la plantilla:

“Me propusieron formar parte del gran proyecto con un objetivo muy claro y muy marcado de ascender. Siempre voy a agradecer que me dieran esa oportunidad de formar parte de ello. Y al final se consiguió el ascenso y fue una experiencia increíble. Ves todo el proyecto y todo el esfuerzo que hay detrás. El Club a cada persona que viene le hace consciente de cómo se han echado raíces, como ha llegado el Valencia Basket femenino a donde está ahora. La gente que viene aquí es muy consciente cuando viene. Para la gente que lo hemos vivido es una ilusión. Pasas de jugar en la Malva a la Fonteta y a tener una atención a todos los niveles que realmente se valora”.

Y Begoña Pallardó volvió a ser parte de un nueva subida de categoría, en este caso a Liga Femenina. No metió el tiro ganador, pero anotó 5 valiosos puntos en el partido decisivo ante el Celta. Echando la vista atrás, rememora que:

“la Fase de Ascenso fue una brutalidad. Es muy difícil de describir, fue una situación entre ilusión, tensión, nervios, el gusanito que tienes en la barriga mientras haces el calentamiento de que esto empieza y esto va en serio. Te veías en la calle en una foto cuando ibas a entrenar o a casa y veías que el vuelco que estaba dando el Club. Veo difícil que eso se pueda igualar en una fase de estas características. Recuerdo girarme y pensar, nunca he visto este pabellón tan lleno, este tirón no había existido. Eso es una emoción que dices “no voy a volver a vivir esto en mi vida”, una experiencia increíble”.

Dejó el Club en el verano de 2018 de la mano de otras dos jugadoras que, como ella, pusieron en marcha el proyecto senior femenino del Valencia Basket.

Dos años después, y con la perspectiva que te da ver las cosas desde fuera, Pallardó reconocer que “cuando ves que se van quemando etapas en tan poco tiempo, asusta un poco. No hay un tope a nivel de esfuerzo, de dedicación y de todo. La primera temporada fue muy buena para ser la primera en la categoría, una toma de contacto independientemente de que los resultados fueron buenos. Esta temporada la pena han sido todas las circunstancias porque para la gente que seguía o para Rebeca que ha estado desde el principio debe ser un orgullo. Ella representaba a todo lo que hay detrás, pasar de jugar en nacional a estar jugando la Eurocup Women”.