Los otros protagonistas del 9 d’Octubre: Abu Zayd. De Balansiya al Reino de Valencia

Abu Zayd, más concretamente Zayd Abu Zayd Ab-Alh-Rahmann III, más conocido como «el moro Zeyt» es otro de los grandes protagonistas del nacimiento del Reino cristiano de Valencia.

El último señor almohade de Valencia, era biznieto del califa bereber Abd-Al-Mucmin. Aunque natural de Baeza, se había iniciado en las tareas políticas de la mano de su sobrino, el califa Yusuf II, que lo nombró gobernador de Valencia.

El último rey almohade de Valencia pronto vió como los problemas se sucedían. tanto por la presiónd e las tropas cristinanas al Norte como la de otros señores musulmanes al sur. Unido a la corrupción política, que entonces ya existía, habían ahogado al Pueblo.

La revuelta de Zayyán

Tras la muerte del califa Yusuf II, la descomposición politica se agravó. Fué entonces cuando, Abú Zayd se vió obligado a buscar la protección de Fernando III, el rey santo de Castilla. Las cosechas arruinadas por una plaga de langostas y la falta de alimentos alentó la rebelión de la población. En este estado de cosas, llega a Valencia desde Onda Zayyan Ibn Mardanis descendiente del rey Lobo, quien capitanea el derrocamiento de Abú Zayd, que tiene que abandonar la ciudad con su séquito y su familia en 1229 camino de Segorbe (Castellón).

El pacto con Jaime I

´Fue entonces cuando Abu Zayd pacta con Jaime I en 1229, en la ciudad de Calatayud (Zaragoza), la ayuda militar y el vasallaje, así como la rendición de una serie de castillos imprescindibles para la conquista del reino de Valencia. Buscaba derrocar la revuelta de Zayyán y de paso intentaba recuperar la Ciudad de Valencia.

Abu Zayd colaboró estrechamente junto con el rey jaume I en la reconquista del reino de Valencia. Pero siempre fue fiel a su pueblo, pidiendo se les permitiese seguir a los musulmanes con su confesión religiosa y sus costumbres, a lo que Jaume I accedió. Se convirtió en un aliado de Jaume I y tras la conquista de Valencia, fue nombrado señor y emparentado con la realeza, otrogándose castillos y señoríos en Valencia, Ibi, Castalla, Onil y Tibi en Alicante y la zona de Vallada en Valencia.

Su conversión al cristianismo

Aquí la historia y la leyenda se funden, ya que aseguran que la conversión del “moro Zeyt” sucedió en Caravaca de la Cruz, donde la leyenda asegura que se apareció el símbolo de la cruz.

Según la tradición local más popularizada se cuenta que desde finales de 1230 ó principios de 1231, se encontraba el rey almohade de Valencia y Murcia, Abu Zayd, en sus posesiones de Caravaca. Interrogó a los cristianos que tenía prisioneros para conocer los oficios que ejercían, con el fin de ocuparles en consonancia con sus habilidades. Se hallaba entre ellos el sacerdote Ginés Pérez Chirinos quien, en labores de misionero, había llegado desde Cuenca a tierras sarracenas para predicar el Evangelio. Éste contestó que su oficio era el de decir la misa, y el rey moro quiso conocer cómo era tal cosa. Se mandaron traer los correspondientes ornamentos desde Cuenca y el 3 de mayo de 1232, en la sala noble de la fortaleza, el sacerdote comenzó la liturgia. Mas, al poco de iniciarla, hubo de detenerse explicando que le era imposible continuar pues faltaba en el altar un elemento imprescindible: un crucifijo.

En ese momento, por una ventana de la estancia, dos ángeles descendieron desde el cielo y depositaron delicadamente una cruz de doble brazo en el altar. El sacerdote pudo entonces continuar con la celebración de la misa y, ante tal maravilla, Abu-Ceyt (junto con los miembros presentes de su Corte) se convirtió al cristianismo. Después se comprobó que la cruz aparecida era el pectoral del obispo Roberto, primer patriarca de Jerusalén, confeccionado con la madera de la Cruz donde muríó Jesucristo.

Abu Zayd, al convertirse tomó el nombre de Vicente Bellvís, como consta en las crónicas de la época. Su muerte se produjo entre 1265 y 1270.

Bajo la protección de Jaume I

Bajo la protección del Jaime I ostentó el señorío de localidades moriscas del Alto Mijares (Cirat) que legó a su hijo Fernando. Obtuvo numerosas donaciones reales: En 1236 las villas de Ricla y Magallón, en 1238 alquerías de la Huerta de Valencia y casas en la ciudad, en 1239 la villa de Ganalur y la alquería de Aldaya.

El 27 de enero de 1243 Abu Zayd recibió el vasallaje de Eximén Pérez y de su hijo Blasco, y les concedió el castillo de Arenoso, para comandar sus fuerzas militares y como dote por la boda de Blasco con su hija Alda Ferrández Aba-Omahet.

Sus restos mortales en el centro del Cap i Casal

La muerte de Abu-Zayd se sitúa anterior al 11 de diciembre de 1268, fecha en la que el documento expresa que es difunto. Sus hijos y parientes recibieron una herencia importante y al estar emparentados con la nobleza aragonesa se convirtieron también en señores cristianos.

Alrededor del 16 de junio de 1860 se levantó una lápida en Valencia, y dejó a la vista algunos restos humanos, cuyo estado denotaban su antigüedad. En el mismo sitio se encontró un pergamino que dice así:

Hic jacet D. Vicentius Belvis cum prole sua olim Zeit Abuceit rex Valentiae maurus adeo suae religionis celator VT duos innocentissimos viros beatos Joannem de Perusia et Petrum de Saxo-Ferrato seraphici patris francisci filios ac socios veram christi fidem praedicantes gladio jugulaverit sed inspirante patre luminum recipiens omne nefas diluit sacro baptismatis lavacro et aeternum reconciliationis signum hanc olim aulam suam in ecclesiam et cenobium destinavit.

Estos restos fueron trasladados a la iglesia del monasterio de religiosas de la Puridad y están colocados encima de la pila del agua bendita, entrando a mano izquierda. Todavía se lee allí, en la misma lápida antigua, bajo de una corona real, la inscripción que compuso el P. Fray Miguel Enrich, en los siguientes dísticos:

Hic jacet azotus maurus, dulcisque propago qui dominans urbis, par jugulare jubet Francisci comitum, nunc coeli sede beatus, sacro fonte tamen diluit omne nefas, dum pro inclementi fundit pia vota precesque, urbs urbs expugnatur, sacra fit aula dei.