La Diputación colaborará en los actos conmemorativos del 750 aniversario de la Cartuja de Portaceli

– La corporación, propietaria del inmueble ubicado en Serra, a los pies de la Sierra Calderona, cedió el monasterio a los cartujos en 1943 para que la orden mantuviera el uso para el que fue fundado en 1272

– El presidente Gaspar se reúne con los expertos en cartujas valencianas que organizan el congreso previsto para noviembre, que se completará con exposiciones, publicaciones y visitas guiadas

La Diputación de Valencia colaborará en los actos conmemorativos del 750 aniversario de la Cartuja de Portaceli, de la que es propietaria la corporación provincial. El monasterio, que fue cedido a los cartujos en 1943 para que la orden mantuviera el uso para el que fue fundado en 1272, celebrará el 6 de noviembre la efeméride con una serie de actos organizados por expertos en cartujas valencianas.

El presidente de la Diputació, Toni Gaspar, se ha reunido con los historiadores Francisco Fuster, Josep-Marí Gómez y Albert Ferrer para conocer de primera mano el programa que prepara este grupo de especialistas con vistas al congreso de noviembre, que tiene confirmada la presencia de una veintena de instituciones culturales valencianas, estatales e internacionales, así como los actos paralelos en forma de exposiciones, publicaciones y visitas guiadas.

Toni Gaspar y los historiadores Francisco Fuster, Josep-Marí Gómez y Albert Ferrer
Toni Gaspar y los historiadores Francisco Fuster, Josep-Marí Gómez y Albert Ferrer

Gaspar avanza que la institución que preside “participará activamente en la conmemoración de esta cita histórica de la Cartuja, uno de los monumentos más relevantes que se conservan de tiempos de Jaume I junto a la Catedral de Valencia, que además es una de las grandes joyas del patrimonio de la Diputació, adquirida por compra a un particular en 1931”.

Decana de las cartujas

La de Portaceli no es solo la decana de las fundaciones de la Orden de San Bruno en tierras valencianas; en la actualidad también es la más antigua entre las cartujas de la Península Ibérica y las Islas Baleares. Entre los siglos XIV y XV fue uno de los monasterios más influyentes de la Corona de Aragón, y entre sus muros se cultivaron eminentes figuras del mundo espiritual, las leyes y las letras, caso de fray Bonifacio Ferrer   –hermano del futuro san Vicente– y fray Francesc Maresme.

  • Fundada en 1272 por el dominico fray Andreu Albalat, obispo de Valencia, la Cartuja de Portaceli cuenta con un legado histórico y artístico de primer orden.

A su valor arquitectónico, con elementos destacados como el acueducto de 1803 que da acceso al cenobio, de gran impacto técnico y paisajístico, se suman retablos originales, pinturas al fresco y una incontable lista de documentos, manuscritos, orfebrería, esculturas y óleos que en buena parte se guardan en instituciones como el Archivo Histórico Nacional, l’Arxiu del Regne de Valencia, el Museo de Bellas Artes de Valencia o la Hispanic Society of America de Nueva York.

Solo el Bellas Artes, por citar un ejemplo, atesora una buena colección de pinturas de Ribalta procedentes de Portaceli, mientras que la primera traducción al valenciano de la Biblia la escribió fray Bonifacio Ferrer en la misma cartuja, un trabajo que fue llevado después a la imprenta en València en 1478, y del que solo se conservan dos hojas en la Hispanic Society.

La Universitat de Valencia ha confirmado también su participación en la organización de los actos para conmemorar los 750 años de la Cartuja, a través de la Facultad de Geografía e Historia y el departamento de Historia del Arte.