Francisco Sanchis Cortés: “No todo el arte es NFT, ni todo NFT es arte”

Quedan aquellos tiempos en los que paseabas por el centro de la ciudad y las galerías de arte exponían obras de los artistas afamados del momento. Atrás quedaron esos días en los que entrabas para admirar, comprar e incluso charlar con el artista que solía estar en sus exposiciones. Galerías de Madrid, Barcelona, Valencia, San Sebastián y de otras ciudades han tenido que echar el cierre, sucumbiendo a la crisis económica, golpeadas por el escaso interés que hay por la cultura en España y que se agudiza con los años reflejo de la sociedad en la que vivimos.

Francisco Sanchis Cortés (Valencia 1969), es un artista que lleva el arte en su ADN, hijo de Alfredo Sanchis Cortés, un exitoso y afamado pintor acuarelista. Francisco fue el primer valenciano en recibir la medalla de oro del Foro Europa y Medalla de plata galería Segrelles entre muchas otras condecoraciones y menciones por su recorrido y calidad artística. Con numerosas exposiciones a sus espaldas en Europa y América, hoy nos recibe en su estudio que luce como si de una galería de arte se tratase. Resulta un tanto extraño, que la próxima vez que estos lienzos sean expuestos será en una galería digital. Hablamos con el artista, que está preparando el lanzamiento de su colección de pintura como NFT próximamente.

-Francisco, para la gente que no sepa lo que son los NFT (Non-Fungible Tolken), ¿en qué consiste este nuevo concepto de venta de arte?

Es una manera única y diferente de vender arte de forma digital. Es como tener una fotografía de un cuadro pero que estuviese firmada por el artista, lo que le confiere un valor añadido. Esa firma le da un carácter único a la fotografía, es la tecnología NFT (siglas en inglés de token no fungible) una especie de certificado de autenticidad de una obra, que lo protegería frente a las copias de la misma (por ejemplo un JPG descargado de Internet) y que la diferenciaría incluso de otras obras con sus propios NFT.

En mi caso, los NFT de mis cuadros, serán de venta única. Sólo habrá un NFT a la venta de cada obra. Además, muchas de las obras están disponibles en soporte físico, es decir, el comprador tendrá la opción de adquirir tanto la obra digital como el lienzo, siendo el propietario total de la obra en sí.

Otra característica de mis NFT, es que están respaldados por un notario que garantiza que sólo ese NFT es el válido y lo diferencia así de cualquier plagio que pueda haber y del resto de NFT que no suelen llevar este tipo de acreditación. He querido darles ese toque añadido de sello notarial para más fiabilidad.

-¿Cómo surge la idea de convertir tus cuadros en NFT?

Un artista, tiene que estar a la vanguardia de las nuevas tendencias y tecnologías.

La idea surge cuando te das cuenta que el NFT puede ser la respuesta a muchos problemas que los artistas podemos tener a nivel divulgativo.

Tiene ciertas ventajas, como por ejemplo, la cuestión de espacio ya que el NFT no ocupa espacio físico, cuestión traslado, puedes llevarlo contigo en un wallet (monedero digital) cosa que no puedes hacer con un lienzo que debe ser trasladado y embalado con minucioso cuidado, siendo que el NFT, tiene el mismo valor patrimonial que la obra física, con lo cual soluciona cuestiones que el mundo moderno ha impuesto.

Todo esto unido a que el NFT, a través de las plataformas de venta, llega a mucho más público que una galería comercial de arte físico local, lo hace muy atractivo como herramienta comercial. Un NFT puede estar viéndose en Nueva York y en Alemania al mismo tiempo.

-¿Crees que esta nueva forma de vender arte es un paso adelante o podría interpretarse como un paso atrás? Me refiero, esta forma de vender arte no necesita de galerías, no es físico.

En ningún caso lo consideraría un paso adelante o atrás. Más bien, diría que forma parte de la evolución en el mundo artístico. Todo cambio en arte suscita mucha polémica, ya que la historia del arte así lo es, no fueron pocos los que llegaron a considerar el impresionismo como una aberración dentro del arte clásico. La evolución del arte es imparable. En este caso se unen las nuevas tecnologías. Solo el tiempo dirá si el NFT llega para quedarse, de la misma forma que las cryptomonedas. Lo que queda claro es que, los artistas no podemos quedarnos rezagados ya que formamos parte de esa misma evolución.

-¿Piensas que puede ir en detrimento de las pocas galerías que aún quedan en pie?

Estamos hablando de nuevo sobre esa evolución artística que conlleva que se estén haciendo exposiciones, en galerías, de arte NFT. Por tanto, lo que están haciendo las galerías, es adaptarse al igual que los artistas lo estamos haciendo. Bajo ninguna circunstancia quisiera pensar que las galerías de arte físico corren peligro. En el caso de España, el cierre de las galerías ya está sucediendo pero por otras cuestiones.  No es viable, ni para el artista ni para el galerista, mantenerla abierta. No han sido protegidas. Es más, se ha institucionalizado el arte, quedando para unos pocos, que gozan de los privilegios de “amigos” muy cómodos. Por tanto, espero que las instituciones den un paso adelante y que haya mayor sensibilidad hacia el mundo del arte para que las galerías vuelvan a resurgir.

-¿Cual de tus colecciones vas a poner a la venta como NFT?

De momento voy a empezar mi incursión en este mercado lanzando la colección de Pintura mediterránea. Es una pintura representada básicamente por mujeres, a veces pensativas, donde las flores toman también protagonismo. La luz del Mediterráneo está presente como una seña de identidad sobre mi procedencia. A ésta le seguirán el resto de colecciones pero todo a su debido tiempo.

-¿En qué puede resultar beneficioso comprar un NFT para el adquirente?

Aparte de las ventajas que mencionábamos antes, (espacio, traslado, valor) otra de las ventajas que ofrece este tipo de compra de arte es la reventa. Muchos adquirentes compran con fines especulativos. Es mucho más fácil revender un NFT que revender un lienzo. Los NFT se pueden revalorizar en muy poco tiempo y llegar a venderse por cantidades monetarias que dan vértigo.

– Al hilo de lo que comentas sobre el importe de venta de algunos NFT, ¿qué piensas del éxito que han tenido NFT’s como por ejemplo “el club de los monos” donde se ha llegado a pagar medio millón de euros por un ejemplar?

En este asunto, entra mi particular forma de comprender el arte. Siempre he entendido que el arte supone un esfuerzo incólume por parte de su creador. No en vano, los grandes genios acabaron con sus mentes agotadas. Un ejemplo, Joaquín Sorolla murió exhausto para concluir el encargo de la Spanish Society. Por tanto, ya sea en soporte físico o en NFT, mi sentido del valor personal acerca del arte es inmutable. Hay arte conseguido por un esfuerzo personal absolutamente desconcertante pero hay otras cosas que no se las puede llamar arte.

-¿Podríamos considerar todos los NFT como arte?

El arte, como ya comentaba, es algo muy subjetivo.

Hay arte y hay lo que otros consideran arte. En mi opinión, “ni todo el arte es NFT ni todo NFT es arte”.

Pienso que lo que no debe justificar un NFT como ningún otro soporte, es considerar que cualquier cosa que se exponga es arte.

-¿Qué línea separa a un artista digital de nueva era con un artista al uso como tú?

Cualquier herramienta para el desarrollo del arte es válida siempre y cuando el talento del individuo esté detrás de las herramientas que utiliza y no al revés. Hay aplicaciones que  a golpe de click generan una imagen que más tarde se va a subir a plataformas de venta de NFT. Ese no es mi mercado.

-¿Crees que volverán aquellos tiempos de tardes de exposición de pintura en galerías o se han ido para no volver?

Espero sinceramente que sí. Yo he podido disfrutar de hermosas tardes de galerías en Madrid, París, Holanda, Berlín…, visitando exposiciones de otros artistas y dejándome sorprender al mismo tiempo que descubría nuevas formas de expresión. No quiero plantearme que esos tiempos se hayan ido para no volver.

-Además del lanzamiento de los NFT, ¿en qué estás trabajando ahora mismo?

Estos días estoy terminando una de las obras de mi última colección, Música para una exposición, pero tengo mi mente puesta en un nuevo proyecto a nivel internacional. Será una colección de óleos totalmente diferente a lo que he estado haciendo hasta ahora. Estoy muy ilusionado y voy a centrar todo mi esfuerzo y talento en esta nueva aventura pictórica.

Dejamos a Francisco en su estudio trabajando en una obra nueva sobre Sigfrido, basado en una ópera de Wagner, de su colección Música para una exposición. Una colección increíble de oleos pintados con esfuerzo de cuerpo y mente pero sobre todo pintados con el alma como sólo un artista podría hacerlo. Al contemplar la belleza de las pinturas que allí me rodean, me invita a soñar con paseos por el centro de la ciudad visitando exposiciones de arte en galerías. Ojalá esos tiempos vuelvan para no irse jamás.

Elena Domingo
Divulgadora de arte