El Consell Agrari de Sagunto anima a las personas interesadas en cultivar o en ofrecer sus parcelas a hacer uso del Banco de tierras

El Consell Local Agrari de Sagunto quiere dar un impulso al Banco de tierras. Anima a hacer uso de este servicio de mediación a todas las personas interesadas en cultivar algún campo o en alquilar o ceder algún cultivo en desuso. Con el fin de que estas parcelas no caigan en el abandono. Y evitar de este modo los problemas derivados de ello, problemas que pueden afectar a parcelas colindantes.

La concejala y presidenta del Consell Agrari, Ana María Quesada, ha trasladado un mensaje de concienciación acerca de «lo importante que es mantener las parcelas de forma adecuada. Y el perjuicio que ocasiona cuando no es así a quienes sí que tienen sus parcelas cuidadas y cultivadas». En este sentido, la edil ha recordado las obligaciones que la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana contempla y que requiere mantener las fincas en buen estado.

«Con el Banco de tierras lo que conseguimos es que, por un lado, la propiedad de la parcela evite los costes de mantenimiento. Y por otro que pueda obtener incluso nuevos ingresos», ha explicado Quesada. Ya que el Ayuntamiento de Sagunto aprobó en agosto de 2012 la Ordenanza Municipal Reguladora del Banco de tierras agrícolas.

Pero desde el Consell Agrari se ha percibido que agricultores, personas propietarias de parcelas agrícolas y ciudadanía en general no conocía la misma ni las ventajas de hacer uso de esta herramienta. «Es una alternativa para las personas que son propietarias de terrenos abandonados», ha indicado.

Mitigar el abandono de los campos

Frente a este desconocimiento, desde el Consell Agrari se ha explicado que el Banco de tierras es un registro administrativo municipal de carácter público. Formado por parcelas aptas para la explotación agrícola en desuso en el que intervienen tres agentes: Por un lado, las personas propietarias de los campos, que solicitan voluntariamente su inscripción en el registro.

Por otra, terceros cultivadores interesados, que solicitan la cesión de los datos de los propietarios. Y en medio, el Consell Local Agrari que, en cumplimiento de su fin de velar por el interés general de los agricultores, pone en contacto a la persona ofertante y la demandante.

Se trata de un servicio de carácter informativo, que no produce ningún efecto sobre el régimen jurídico ni el derecho de propiedad y en que las partes interesadas son las que fijan el posible acuerdo. El Consell Agrari actúa aquí como un intermediario en un acuerdo libre entre la persona titular de la parcela y la persona interesada en cultivarla.

Entre los objetivos del Banco de tierras está mitigar el abandono de los campos, evitar la proliferación de plagas y el riesgo de incendios,

Objetivos y problemas

Los objetivos del Banco de tierras son principalmente mitigar el abandono de los campos, frenar la pérdida de superficie agraria útil. Además de atenuar los problemas agroambientales que comporta el abandono de parcelas agrícolas como la proliferación de plagas y roedores. También busca la erosión del suelo, la degradación paisajística, el riesgo de incendios y el mantenimiento del paisaje agrario. Así como posibilitar la ampliación de superficie de las explotaciones y promover el uso racional de las parcelas rústicas con vocación agraria y la puesta en valor de las mismas.

Los problemas ligados al abandono de terrenos es una de las quejas que continuamente recibe el Consell Agrari por parte de los agricultores de fincas colindantes, según explican desde el ente. Y además genera un problema de coste económico para el Ayuntamiento.

Por ello, Ana María Quesada ha sugerido que «lo ideal es que, antes de dar de baja los servicios que pueda tener la parcela (como, por ejemplo, la Comunidad de Regantes), al menos intenten esta opción». Ha incidido en «la intermediación de una Administración pública, con la garantía que eso puede suponer».

Plataforma informática

Este registro de tierras contiene datos como el número de polígono y parcela. Así como los datos de contacto del titular (nombre y apellidos, DNI, dirección, número de teléfono y correo electrónico) que ha solicitado la inclusión de sus parcelas.

Cualquier persona interesada en acceder a estos datos para solicitar la cesión del cultivo puede hacerlo presencialmente en las oficinas del Consell Local Agrari, mediante la web del Ayuntamiento de Sagunto, a través del área del Consell Local Agrari (organismo autónomo local), o en la página web del Banco de tierras en el portal de la Diputación provincial de Valencia: http://bancdeterres.dival.es/

La plataforma informática del Banco de tierras permite la gestión de las parcelas (alta, baja y consulta) en los municipios donde se ha creado un banco de tierras. Y además, han solicitado a la Diputación Provincial de Valencia la autorización para el uso de dicha aplicación informática.

Además, hay una cartografía en la que se puede observar por municipios las parcelas que están dadas de alta. Sus características, la superficie e incluso a qué tipo de acuerdos está interesada en llegar la propiedad.

Diferencia entre huertos urbanos y los del Banco de Tierras

A través de las diferentes vías del Banco de tierras las personas propietarias de parcelas pueden realizar trámites. Como darse de alta en el mismo, declarando que se es legítimo propietario de la parcela, autorizando la inclusión en el registro y la cesión de los datos básicos personales a terceros interesados. O bien darse de baja por haber llegado a un acuerdo con un tercero (mediante cualquier negocio jurídico válido en derecho) o por otros motivos. Por su parte, las personas solicitantes de información pueden pedir la consulta de la parcela o parcelas concretas con cuyos titulares deseen ponerse en contacto.

Desde el Consell Local Agrari constatan que existe un interés por parte de personas que buscan parcelas abandonadas para poder cultivarlas. Pero faltan propietarios que quieran darlas de alta en el registro. En este sentido, señalan que en la provincia de Valencia está teniendo mucha aceptación la cesión mediante el sistema de aparcería (que consiste en quedarse el cultivador con una parte del cultivo y dar otra al propietario de la finca). Ésta es la opción más elegida aquí.

También se ha querido establecer, ante posibles confusiones, una diferencia con los huertos urbanos (que pronto se sortearán): los huertos urbanos son para autoabastecimiento. Mientras que en los del Banco de tierras se puede obtener un mayor rendimiento e incluso una pequeña fuente de ingresos.