Un sorprendente hallazgo arqueológico en las Islas Columbretes ha revelado lo que podría ser un taller clandestino de falsificación de monedas de los siglos XVI o XVII. La Generalitat Valenciana ha localizado 33 piezas metálicas sin acuñar –denominadas cospeles– en este parque natural, un descubrimiento que refuerza la teoría de que piratas o falsificadores utilizaron este remoto enclave para sus actividades.
El secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, destacó que este descubrimiento es «excepcional», ya que hasta ahora no había constancia de asentamientos humanos en las islas antes del siglo XIX, cuando se construyó el faro. Las monedas fueron encontradas el año pasado por un trabajador de la reserva durante labores de mantenimiento en los antiguos canales de agua.
Un hallazgo casual
El descubrimiento ocurrió cuando un empleado, experto en numismática, observó un pequeño fragmento metálico de color verde entre las rocas. Al inspeccionar la zona –cercana al cementerio de la isla–, encontró más restos: barras y retales de bronce, así como los cospeles circulares que se usaban para acuñar monedas.
Las piezas fueron analizadas por el Museo de Bellas Artes de Castellón y la Universitat de València, confirmando que, aunque no presentaban grabaciones, estaban preparadas para ser convertidas en moneda falsa. Los expertos sitúan su origen entre los siglos XVI y XVII, una época en la que el Mediterráneo era frecuentado por corsarios y navegantes ilegales.
Un refugio pirata en un paraíso natural
Las Columbretes, un archipiélago volcánico situado a 28 millas de la costa de Castellón, han estado deshabitadas casi toda su historia, salvo por los fareros que vivieron allí entre 1856 y 1975. Su aislamiento las convirtió en un lugar ideal para escondites temporales.
Este hallazgo no solo aporta nuevos datos históricos, sino que también subraya el valor arqueológico de un espacio ya reconocido por su biodiversidad única, con especies como la lagartija de Columbretes o la gaviota de Audouin.
Las investigaciones continúan para determinar con más precisión el origen de estos restos y su posible vinculación con la piratería en el Mediterráneo.















