Los vecinos de la Roqueta afectados por la discoteca piden más baldeo y limpieza en las calles del barrio

Cada día que abre una conocida discoteca en el Barrio de la Roqueta, que está en la Calle de San Vicente, los vecinos aledaños sufren sus consecuencias.

Las noches se eternizan, ya que antes de la apertura de la discoteca cientos de jóvenes se congregan en la misma Calle San Vicente y calles aledañas para hacer botellón, y esperar entrar en el establecimiento. Ocupan aceras, calzada, todo vale.

Una vez abierta la discoteca, el ruído continúa, especialmente en la entrada en la calle San Vicente, donde a veces a pesar de lo grande de la calzada no queda espacio para circular los vehículos, ya que la invasión de la calzada y de las aceras es algo normal. Gritan, cantan, beben, y en raras ocasiones los vecinos ven patrullas de la Policía Local tratandod e devolver el órden a la calle.

Las noches son largas, pero las consecuencias se siguen notando al día siguiente

Vecinos de la Roqueta viven un infierno de botellón, peleas, ruído, vómitos y suciedad cada fin de semana
Vecinos de la Roqueta viven un infierno de botellón, peleas, ruído, vómitos y suciedad cada fin de semana

Al día siguiente, aparecen los vómitos, orines, defecaciones, restos de comida y de botellón tanto en san Vicente como en las calles aledañas.

Los vecinos han advertido de ello a las autoridades municipales. Si bien se ha conseguido una limpieza tras cada noche de fiesta, los vecinos ahora pide que se amplíe a más calles y se haga con un producto higienizante y con perfume.

Un ejemplo es la calle Julio Antonio donde los vecinos aseguran con vistosas fotografías los restos del botellón.

«Por favor, envíen camión de baldeo con desinfectante. Huele horrible y los zapatos se pegan al suelo, da mucho #asco«

Las palabras son contundentes, como las quejas de los vecinos. Muchos edificios de la zona van colocando carteles en contra de la discoteca por sus molestias al barrio. Llevan años soportando este problema que se ha agudizado tras la pandemia y la falta total de agentes de policía local que controlen la zona cada noche.