El concejal de Agricultura y presidente del Consell Agrari de València, José Gosálbez, visitó este jueves el invernadero de la Universitat Politècnica de València donde se desarrollan las pruebas y la regeneración de distintas variedades de tomate pertenecientes al banco de germoplasma

El objetivo del proyecto, que ya funciona como un punto de referencia en la conservación de biodiversidad agrícola, es preservar semillas históricas de L’Horta y facilitar su reintroducción en los cultivos locales
Gosálbez subrayó el valor estratégico del banco de germoplasma para la agricultura valenciana y defendió que la recuperación de variedades tradicionales es “defender a nuestra gente, a nuestro campo y a nuestra tierra”, y destacó que estas semillas representan un patrimonio agrario que durante décadas estuvo en riesgo de desaparecer. Según apuntó, cada ejemplar conservado supone “una victoria frente al abandono que ha sufrido el agricultor valenciano”.

El proyecto combina trabajo de campo, análisis científico y técnicas de regeneración vegetal
Estas investigaciones buscan conseguir plantas más resistentes a cambios climáticos, plagas y enfermedades. Gosálbez señaló que esta línea de trabajo “une la sabiduría de nuestros mayores con las técnicas más innovadoras”, una fórmula que, a su juicio, permite que la huerta siga siendo productiva en un contexto agrícola cada vez más exigente.
La Concejalía de Agricultura anunció además una nueva iniciativa en colaboración con la Asociación de la Tomata Valenciana. Se trata de un programa de charlas informativas en las pedanías de Valencia para difundir el valor de las variedades autóctonas y fomentar su uso entre agricultores y vecinos. El propósito es trasladar a la ciudadanía el trabajo que se realiza en el germoplasma y promover un mayor conocimiento sobre la recuperación de cultivos históricos.
















