Los gobiernos de Compromís y el PSPV en su momento más crítico

Todo matrimonio en sus momentos mas críticos previos a una ruptura dan evidentes signos de desgaste y resquemor mutuo. Hasta el punto de no soportarse y revia rotura total de la convivencia. Pues eso le pasa a Compromís y el PSPV.

La Generalitat Valenciana a punto de estallar

Los desencuentros son evidentes hasta el punto que el propio PSPV ya ha activado los mecanismos para un posible adelanto electoral, que parece se va a producir y que únicamente está en manos del President de la Generalitat Chimo Puig.

Pero la falta de entendimiento es total y absoluta. En muchas cuestiones cada partido del Botanic ha tenido su propio camino. Unas veces uno ha cedido y otras se han comido literalmente «sapos y culebras». Pero las tres patas del Botanic están en un punto de no retorno. Todo el caos de Sanitat donde Ana Barceló está en una auténtica guerra abierta con casi todos los sanitarios ha terminado por colmar la paciencia de unos socios del Botanic precisamente con una dilatada carrera de desencuentros.

Mónica Oltra en la pandemia ha sido muy crítica con el propio Consell, donde a pesar de ser vice-presidenta se ha querido desvincular de muchas decisiones tomadas. No ha titubeado con irse a la televisión autonómica para decir aquello de que «en el Consell no me escuchan y tengo que levantar la voz para que lo hagan». Todo ello a pesar de ser la vicepresidenta del propio Consell.

Unidas Podemos ha sido un mero espectador ahsta ahora, que las decisiones contravienen sus propios pilares básicos y fundamentales, donde se juega els er o no ser ante sus votantes que nunca entenderían traicionara hasta sus propios postulados.

El Ayuntamiento de Valencia una auténtica batalla cada día

Pero por ello de la teoría de los vasos comunicantes, el efecto contagio se está dejando vislumbrar en otras administracioens donde los mismos partidos gobiernan juntos. No es tan evidente en la Diputacio, pero el caso del Ayuntamiento de Valencia es de digna mención para los anales de la historia.

Los desencuentros, desavenencias y polémicas no cesan desde hace meses. Los dos partidos Compromís y PSPV se contraprogramas y se lanzar a la cabeza una polémica tras otra, en público y en privado. Benimaclet y su PAI imposible fue la gota que colmó el vaso, pero abrió la caja de pandora y ahora las polémicas no cesan.

Este último Pleno se evidenció las votaciones separadas por primera vez en el equipo de gobierno, con un Ribó que ha cerrado filas en su entorno más duro con su guardia pretoriana de Sergi Campillo y de Grezzi. Los tres se radicalizan por momentos en un gobierno del Rialto que lejos de ser una sala teatral se ha convertido en un circo.

Esta misma semana Campillo y Borja Sanjuán, Compromís y PSPV se enzarzaron en una pelea dialéctica en un plató de televisión donde Campillo aseguró tajante «esta actitud es propia de quién rompe pactos», refiriéndose a su socio del PSPV.

Un negro futuro, eso sí, muy divertido

Cojan palomitas, acomódense y vayan pensando que este mismo año volveremos a los colegios electorales para elegir nuestros representantes en Les Corts Valencianes. Lo del los Ayuntamientos ya va a ser mucho más complicado porque la ley no permite disolverlos. Así, que la furia del infierno se va a desatar sobre las corporacioens locales donde vamos a ver el resumen de años de desencuantors y resquemores que van a hacer arder Troya.