Desesperación de los usuarios de Renfe Cercanías ante las constantes cancelaciones y demoras

En el año en que las autoridades hablan de una movilidad responsable y más ecológica con el medio ambiente vemos que los hechos son contrarios a las palabras pronunciadas por nuestros dirigentes políticos.

No se puede realizar una política de movilidad si miles de viajeros llegan tarde cada día gracias a la pésima gestión de Renfe Cercanías de Valencia.

«Cada día expulsamos a miles de viajeros a coger su vehículo privado proque si no llegan tarde al trabajo y las clases».

Ya pueden las autoridades empeñarse en su lucha contra el coche privado, que la realidad es que cada día aumentan más los atascos en carretera y en el interior de Valencia. Aumentando los niveles de polución. Ello es debido a que la mayoría de valencianos no podemos estar pendientes de qué tren van a suprimir y han optado de nuevo por coger el vehículo privado. Una tragedia para el medio ambiente.

Además, Renfe ha vuelto a utilizar máquinas de gasoil en sus trenes de Cercanías. Las causas son varias que han acarreado estos problemas.

La falta de financiación del núcleo de Cercanías es evidente y notoria. A pesar de los múltiples planes de inversiones que se han presentado, su ejecución es nula. Debido a la falta total de compromiso de las autoridades y su nula voluntad política. Así a pesar de presentarse y dotarse presupuestariamente planes de inversions, lugo nos e ejecutan o su índice de ejecución no llega ni al 10% de lo previsto inicialmente. Una auténtica tomadura de pelo de los políticos.

«Los políticos en su coche oficial son ajenos a los problemas de la ciudadanía que cada día llega tarde a trabajar».

 

A este sinsentido se une a que debido de la falta total de inversiones lleva aparejada las múltiples deficiencias en los trenes, que soportan cada día decenas de viajes y que no tienen el mantenimiento adecuado por falta precisamente de financiación. A esto se suma la falta de maquinistas, que ya antes de la pandemia los sindicatos cifraban en más de 100 maquinistas la falta en el núcleo de Cercanías de Valencia. Así, cuando hay una baja, directamente se cancela el tren. «La tormenta perfecta».

La ira de los viajeros

Los viajeros montan en cólera en redes sociales ante la nula información y previsión de Renfem con tweets tan sorprendentes como el del pasado viernes que reproducimos a continuación:

Un tweet en el que Renfe descarga la responsabilidad de su mala gestión directamente sobre sus propios trabajadores. Una tensión laboral que Renfe carga sobre sus propios empleados. Incluso el personal de estación se entera después de colcoar en redes sociales de las cancelaciones, yendo «literalmente a ciegas». Impidiendo poder informar y hacer su trabajo. Sólo hay que ver ante la larga cola diaria en la Oficina de atención al Cliente en la Estación del Nort de Valencia cómo Renfe coloca una o dos personas para atender a las cientos de reclamaciones. Que luego contesta con evasivas para no devolver el dienro, incumpliendo su propio compromiso con los clientes.

Una situación insostenible

Más aún cuando desde el pasado 9 de diciembre Renfe optó por la solución más sencilla para sus propios intereses. Cambió los horarios de todas sus líneas reduciendo trenes en todas ellas, especialmente en horas punta y redistribuyendo los trenes en todo el horario.

Una solución que ha conllevado trenes abarrotados de público con el aforo al 100%, y aún así siguen cancelando trenes. Algo no funciona. En cualquier empresa los gestores habrían sido despedidos hace años.

Ahora, las cancelaciones se siguen produciendo y cada vez hay menos trenes. El viernes se cancelaron más de 25 trenes. Ayer domingo a pesar de haber menos cantidad, hubieron nueve cancelaciones.

Los políticos han de actuar de inmediato y Chimo Puig debe solicitar de inmediato la dimisión del gestor y una explicación inmediata y solución al Ministerio de Transportes, responsable máximo de este desastre y de la humillación constante a los valencianos.

En el fondo y ante una pandemia, estos desalmados están jugando con la salud de los valencianos y no podemos seguir permitiéndolo ni un día más.