Pérez Garijo asegura que es imprescindible profundizar en qué modelo de autogobierno queremos y cómo lo estamos desarrollando

La consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, ha participado en la inauguración de las Jornadas de Autogobierno y Buen Gobierno de la Universitat de Valéncia, organizadas en el marco del 40 Aniversario del Estatut d’Autonomia.

Durante su intervención, la consellera ha subrayado que “es imprescindible profundizar en qué modelo de autogobierno queremos y cómo lo estamos desarrollando. Un debate en torno al Estatut d’Autonomia y el buen gobierno que permitirán estas jornadas”.

Reflexión y debate necesario para que las instituciones funcionen

Para Pérez Garijo este análisis es “una condición necesaria” para que las instituciones funcionen con transparencia, eficacia, eficiencia, calidad y equidad.

Pérez Garijo ha destacado que si queremos recuperar la confianza de los ciudadanos y ciudadanas en sus gobiernos “debemos reducir la distancia entre las instituciones y la ciudadanía. Quiere participar, pide información y quiere que sus opiniones sean tenidas en cuenta a la hora de implementar las políticas públicas”.

En este sentido, la consellera ha asegurado que es “absolutamente imprescindible” consolidar y fortalecer criterios de ética pública en relación a la acción política. Una cultura del buen gobierno contraria a la corrupción y destinada a reducir el umbral de tolerancia hacia ella. “Un marco de referencia que, en el caso de la Generalitat, se plasma en el Código de Buen Gobierno y en la nueva Ley de Transparencia y Buen Gobierno aprobada el pasado mes de abril”, ha apuntado.

La ley 1/2022 tiene entre sus objetivos establecer los principios básicos de integridad y buen gobierno que tienen que cumplir las administraciones públicas valencianas.

Mediante la adopción de códigos éticos y de conducta y el desarrollo de marcos de integridad pública -ha explicado Pérez Garijo- se promueve la mejora de la calidad democrática. También la generación de vínculos de confianza entre las instituciones y la ciudadanía”.

“Los criterios de conducta, valores democráticos y principios éticos como la sobriedad, la ejemplaridad, la responsabilidad y la cooperación, son de obligado cumplimiento para los altos cargos de la Generalitat. También de su sector público instrumental y para todas las personas que se adhieran voluntariamente”, ha concluido la consellera.