Ocho partidos piden el cierre de la central nuclear de Cofrents en el Congreso aún sabiendo todas las consecuencias negativas que supondrá

Ciertos partidos piden el cierre total, pero saben que esto afectaría de manera muy grave a la economía local

Ninguna solución para que todas las personas que perderán su trabajo con el cierre de la central nuclear

Compromís, Más País-Equo, ERC, Podemos, Junts, Bildu, BNG y CUP han mostrado su apoyo a la plataforma Tanquem Cofrents y, con ello, su rechazo a alargar la vida útil de la central nuclear de Cofrents hasta el año 2030. Los partidos intensifican la presión al Gobierno para que el 20 de marzo, fecha en la que caduca la licencia de funcionamiento de la central nuclear, el Gobierno decida iniciar los trámites para desmantelar Cofrents.

El pasado 25 de febrero la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no aclaró los planes del Gobierno sobre el futuro de la nuclear de Cofrents, tras ser preguntada en el pleno del Congreso por el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, una postura que resulta incompatible con la lucha contra la emergencia climática.

Baldoví: “En unos días decisivos en el que sabremos si se prorroga 10 años más la central nuclear de Cofrents, hay que remarcar que no necesitamos este tipo de energía para abastecernos y que la voluntad del pueblo valenciano expresada a través las Cortes Valencianas, fue la de cerrar esta planta por innecesaria, insostenible y poco rentable económicamente”.

Preocupación ante la situación

El portavoz de Compromís ha mostrado también su preocupación sobre la situación límite en la que se encuentran las piscinas de residuos de la central. “Si se amplía la central otra década se generarían toneladas de residuos radioactivos que no tienen un lugar donde guardarse y que son un constante peligro para la ciudadanía y un derroche económico para las arcas del Estado”.

“Sería impropio de un Gobierno progresista que dice trabajar por un nuevo modelo energético más sostenible alargar una central nuclear innecesaria, peligrosa y carísima, por lo que esperamos que la Ministra tome la decisión que beneficia a la ciudadanía y deje de lado las presiones del lobby energético”, ha manifestado Baldoví.

A pesar de todo esto, el cierre total supondría una gran perdida tanto en lo social como en lo económico. Ante el cierre, todo los trabajadores perderían su trabajo, ya que no hay un plan alternativo al cierre.