No todo vale ni está bien. Antes se fumaba en los hospitales, nos dimos cuenta de que no estaba bien y se eliminó. Antes las mujeres necesitaban autorización de su pareja para tener una cuenta bancaria, nos dimos cuenta de que no estaba bien y se eliminó.
Se construía en entornos naturales, nos dimos cuenta de que no estaba bien y se eliminó. Construir el hotel residencia de estudiantes más grande de Valencia en el interior de un patio de manzanas, emparedar viviendas y hacinar a los vecinos que viven allí no está bien y se tiene que eliminar.
Los medios recogen estos días la polémica en torno a este proyecto y aportan múltiples datos técnicos y patrimoniales. El arquitecto José María Lozano en su artículo de opinión publicado en el diario Levante el pasado domingo 15 de enero, habla sobre este tema y centra su discurso enel valor patrimonial de las naves de Guatla, pero no menciona en ningún momento el impacto social y medioambiental que tendría una construcción de ese calibre en un patio de manzanas ypara un barrio entero.
-
No sabemos si no quiere o no puede – según expone en su artículo él mismo hizo el informe de parte de la constructora- pero lo cierto es que en cualquier valoración arquitectónica, el entorno es parte esencial y no puede obviarse.
Como sociedad avanzamos cada día hacia ciudades más sostenibles, más ecológicas, más eficientes, más amables con los vecinos y que mejoren su calidad de vida. Es un mandato al que el cambio climático nos obliga y que las políticas actuales destacan en sus programas electorales.
Que te empareden tu casa con un muro de hormigón gris a dos metros de tus ventanas, que tedejen sin luz solar todo el día cuando antes la tenías y empeoren la eficiencia energética de tu hogar, que hacinena la gente en un patio de manzanas donde hay eco con el consiguiente aumento de contaminación acústica y de residuos, que aumenten la población del séptimo barrio más densamente poblado de Valencia de los 87 barrios que existen en la ciudad y seguir sin dotaciones públicas, y destruir patrimonioen lugar de reaprovecharlo para dotaciones esenciales de las que carece la zona no va en esa línea, sino en dirección contraria.
-
Y esto no lo decimos solo un grupo de vecinos.
La gentrificación es un movimiento internacional que denuncian y reconocen múltiples expertos que reclama los barrios de las ciudades para losvecinos, la defensa de su tejido social y comercial, y la rehabilitación de edificios en favor de servicios comunitarios. ¿Quién habla del valor y los derechos de las viviendas que ya existen enesa manzana? ¿Quién defiende a quienes han invertido su patrimonio en construcciones que ahora se verían pisoteadas, marginadas y abocadas a condiciones indignas? Hoy esta salvaje construcción en un patio de manzanas se plantea en el barrio de Sant Antoni, pero su materialización supondría un claroprecedente para la propagación de proyectos similares a lo largo de toda la ciudad. Tenemos una oportunidad de oro para gritar alto y claro como sociedad que no aceptamos propuestas que pisotean principios básicos de convivencia y aspectos literales de la normativa vigente.
La macro residencia de estudiantes de Guatla va en contra de las hojas de ruta de los organismos internacionales, de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y de la Estrategia Urbana Valencia 2030, entre otras. Pero, es más, va también en contra de la ciudadanía, la solidaridad y el sentido común, porque sin vecinos no hay ciudad y sin una vivienda digna en un barrio seguro y adecuado no sepuede garantizar el bienestar de las personas.
El interés inversor y productivo no puede justificarlo todo. No todo vale ni está bien. Lo siento, José María, pero lo insólito del caso Guatla es querer construir esa salvajada de bloques inmensos y más de 575 habitaciones en un patio de manzanas. Y sí, estás en lo cierto, trasciende la lógica y la razón, porque lo dicho; emparedar viviendas y hacinar al personal ni está bien, ni lo estará nunca.
