El presidente del gobierno Pedro Sánchez, tras 81 días de ausencia, decidió acudir a Valencia el pasado jueves día 23 de enero. Sin duda las extremas medidas de seguridad que organizó su delegada Pilar Bernabé nos hicieron recordar a los valencianos su visita a Paiporta y que a Sánchez no le gusta que los valencianos se le acerquen ni a él acercarse a visitar las zonas afectadas por la riada.
La organización de la visita presidencial ya dio pistas sobre como su delegada quiere escalar puestos en el organigrama del socialismo valenciano.
Así pues Pilar Bernabé blindó todos los alrededores de la plaza donde está situada la Delegación del Gobierno, hizo que el vehículo presidencial aparcara en la misma puerta y Sánchez solo diera dos pasos hasta entrar en el edificio, pero eso sí Pilar estaba abriéndole la puerta con una sonrisa nerviosa por si su jefe escuchaba los gritos de los valencianos que a cien metros le increpaban, a pesar que su empeño era que su jefe no tuviera contacto alguna con la gente.
La cara de satisfacción de Pedro Sánchez contrastaba con la cara que tuvo en Paiporta.
Cuando se marchó dejando en el lugar tanto a su Majestad el Rey como al president de la Generalitat Carlos Mazón, alegando ataques de la extrema derecha, lo cual resultó una mentira más de nuestro mentiroso presidente y de su sumisa delegada.
Pero esa nerviosa conducta de Pilar Bernabé en todo momento preocupada porque su presidente no se relacionara con los valencianos, contrasta con la dejadez humillante y el abandono con el que trata a los militares y policías que están trabajando desde hace meses en las zonas afectadas quitando barro y limpiando garajes, a los cuales no les ha importado mancharse las manos y sus ropas ayudando a los vecinos de los 78 municipios afectados por la riada del 29 de octubre de 2024.
Es indignante conocer que Pilar Bernabé, tan solicita por el bienestar de su jefe, está de brazos cruzados ante las denuncias que se están conociendo sobre las condiciones en que se encuentran los miembros del ejército que “duermen en tiendas de campaña y haciendo su trabajo sin medidas de seguridad”.
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFASPRO) ha denunciado que nuestros soldados “malcomen y malduermen”, sin que Pilar Bernabé se haya interesado y preocupado por alojarlos en algún lugar más adecuado donde puedan descansar o ducharse de forma más cómoda.
La delegada de la sonrisa nerviosa le da igual si los soldados comen bien o mal, si duermen en tiendas pasando frío, si se mojan o si están protegidos de la humedad que caracteriza a Valencia en los meses de diciembre, enero y febrero.
A la delegada solo le ha importado que su jefe Pedro Sánchez esté bien y cómodo cuando, tras 81 días, ha venido a Valencia
No a pisar barro en las zonas inundadas sino a estar en una reunión pisando las mullidas alfombras del palacio del Temple, sede de la delegación del gobierno en Valencia.
Pero la complaciente delegada tampoco ha tenido tiempo para evitar que “su gobierno”, el gobierno que ella representa haya reducido el 50% de las gratificaciones por el trabajo realizado por guardias civiles en las zonas destrozadas debido a una interpretación restrictiva llevada a cabo por el Ministerio del Interior, de su amigo Marlaska, de la normativa de ayudas aprobada el pasado 11 de diciembre de 2024 y denunciada por distintas asociaciones de la guardia civil , lo cual ha motivado que agentes desplazados a Valencia para trabajar limpiando barro han tenido que solicitar préstamos ante el retraso del pago de las dietas.
Es indignante que los guardias civiles y los miembros de la policía nacional cuenten con una cantidad de 28,21 euros al día para manutención y 48,92 euros para alojarse.
Es decir un total de 77,13 euros para dormir y comer cada día que están en Valencia desplazados fuera de su casa ayudando en las zonas afectadas. Los valencianos tenemos que preguntarnos, ya que Pilar Bernabé no se lo pregunta ni lo resuelve, como es posible que estos héroes estén tan maltratados.
Realmente es una vergüenza, y lo peor es que la delegada sigue muy sonriente tras la visita de su jefe, ya que ha conseguido que no oiga las quejas de los ciudadanos.
Pero Sánchez ha venido a Valencia para decirnos: “valencianos yo estoy bien, os perdono lo ocurrido en Paiporta, y os sigo diciendo que si queréis ayuda pedirla que Pilar Bernabé os cuida muy bien, como yo mismo he podido comprobar durante mi estancia de unas horas en las dependencias calentitas y bien alfombradas del Palacio del Temple de Valencia”.