Mientras nos tienen entretenidos con la “flotilla”, las protestas “fri fri Palestine”, juicios eternos con noticias por “fascículos” y demás espectáculos, los problemas reales empiezan a rebosar. Uno de ellos es la inminente quiebra del sistema de pensiones.
No es algo sencillo. De los más de nueve millones de pensionistas que hay, algo menos de medio millón cobran la pensión máxima. Sobre todo, funcionarios de alto rango. El resto, cobra una media de mil quinientos, pero esto es metiendo a muchos dentro del mismo saco. Hay autónomos jubilados que no cobran ni mil euros. Depende de la situación de cada cual a la hora de jubilarse.
En España tenemos casi tres millones de funcionarios, entre los funcionarios de carrera y los empleados laborales.
De estos casi tres millones, casi un millón seiscientos mil son funcionarios de carrera, con una media de sueldo que va, según su categoría, de cincuenta mil euros brutos anuales a unos veinticinco mil. Cuando estos funcionarios se jubilan siguen cobrando ese sueldo, euro arriba o euro abajo. La media de vida está en ochenta y cuatro años, la edad de jubilación (dependiendo de cada caso particular) es de sesenta y cinco años. Total, nos sale una media de casi veinte años durante los cuales un funcionario jubilado sigue cobrando lo mismo.
- Otro melón que conviene abrir es a cuantos trabajadores se les jubiló mucho antes porque el Estado cerró sus empresas.
¿Cuántas ”purgas” de empleados se han sufragado con el sistema de pensiones? Más de las que imaginamos. Este grupo incluye gente a la que se jubiló con unos cincuenta años y muchos llevan cobrando pensiones casi treinta años. De los más de nueve millones que cobran una pensión, habría que ver cuanto han cobrado y cuánto tiempo. Esto es fundamental.
La campaña diseñada para culpar a los jubilados del futuro negro de los jóvenes en España, solo sirve a un propósito, y es normalizar el “hachazo” que está por llegar. Para ello, se contratan los servicios de You Tubers famosos y opinadores profesionales que nos den la murga y nos den “razones” a bulto.
El problema no se quiere solucionar de forma lógica. Lo que se quiere hacer -para no variar- es convencer a la gente de que una injusticia enorme es “por el bien común.”
Y se tragará con ello, estoy segura. No crean ustedes que cuando se sacuda el baúl de las pensiones, los funcionarios van a ser los perjudicados, ni los que más cobran, ni los que llevan cobrando treinta años. No, los que saldrán perdiendo son todos los demás.
Y con este panorama, con estas “cuentas” que cualquiera puede sacar, a nuestros gobernantes no se les ocurrió otra cosa que el ingreso mínimo vital. Eso que, unido a otras muchas ayudas, hace que muchos extranjeros y autóctonos en nuestro país vivan del Estado.
No se les ocurrió, por ejemplo, promocionar e incentivar (de verdad) la contratación de personas que con cincuenta años se quedaban en el paro y no encontraban trabajo, y que son, sobre todo, mujeres. Mujeres, que, en muchos casos, mantienen aún hijos adolescentes.
- Ir poniendo parches a base de “limosna para hoy y hambre para mañana” no es ninguna solución.
Pero cuando la cosa sea insostenible, lo primero que harán, no me cabe duda, será revocar “a bulto” incapacidades. Recortar las pensiones en modo “café para todos” lo que implica que los que cobran poco cobrarán una miseria y los que cobran mucho, solo cobrarán un poco menos. Ir alargando la edad de jubilación hasta que la gente se muera trabajando y así “aligerar”.
En ningún momento se van a plantear incentivar la creación de empleo de calidad, ni arreglar de una vez el problema de la vivienda, para que la gente pueda tener hijos.
En ningún momento se van a plantear, que llenar España de gente que no contribuye, sea uno de los problemas. En ningún momento han pensado que los extranjeros que vienen a trabajar y contribuyen, también se van a jubilar. Al contrario, porque para ellos no son contribuyentes, son votos y consumidores. “Vienen a pagarnos las pensiones”. Este perverso slogan, ha calado durante veinte años entre esos que se alegran de que les suban “la paga” veinte euros, mientras todo lo demás se lo suben un treinta por cien. Y “por lo que sea” eso se obvia. No, no vienen solo a pagar las pensiones, se pagan como cualquiera, la suya.
Recuerdo que hace veinte años llegó a haber superávit en la “hucha”, y recuerdo también que esa hucha se esquilmó para pagar un “no sé qué”.
Las pensiones y los jubilados han sido utilizados electoralmente desde que existe la democracia. Por parte de todos, pero, sobre todo, y de la forma más irresponsable, por los socialistas.
Todo esto, este gobierno lo tiene bien calculado. Si pierde las próximas elecciones, “incendiará” las calles dirigiendo y capitalizando las protestas, que si o si, se producirán. El próximo gobierno, si cambia de signo, se va a encontrar con un agujero de dimensiones bíblicas. Y como no, los que han creado el problema prometerán soluciones mágicas y volverán al poder.