Estudio de las imágenes y su significado profundo, buscando entender el simbolismo en el arte a través de una perspectiva histórica o social; esta es la definición de iconología, si lo aplicamos a la moda, y especialmente a las asesorías de imagen, la definición se ajusta un poco más, se centra en el estudio del significado de códigos visuales, colores, líneas, formas, tejidos, y su aplicación para que la imagen de una persona comunique su personalidad, estilo y objetivo.
En español antiguo, los asesores de imagen utilizan la iconología para desarrollar lo que quieres contarle al mundo, utilizando la ropa que usas, y lograr un impacto visual medido.
También participa, el peinado, el maquillaje, y cualquier elemento que pueda definir un estilo, tu estilo. Para poder visualizarlo, mejor voy a desarrollar una serie de ejemplos que me parecen esclarecedores, a la par que muy entretenidos.
No podemos entender las imágenes de Thriller, de Michael Jackson, sin su icónica cazadora roja, que aparece en el contenido audiovisual, ¿porque roja?, es evidente si te fijas en las imágenes, todo alrededor es oscuro, pálido y la imagen consigue el efecto deseado, centrar la mirada en el protagonista, es más, no puedes evitar recordar esa cazadora, como una parte vital de ese audiovisual.
La importancia del manejo de la imagen personal puede generar movimientos sociales, asociando ideas con la forma de vestir, un estilo de vida. Lo trasladamos también a su cuidada imagen al vestir, creando un estilo propio, incluido su famoso guante de cuero sintético con piedras falsas, que usó por primera vez en el concierto donde estrenó Billie Jean.
Por supuesto existe un estudio de los colores que más te favorecen, que se complementa, basándose en tu tono de piel, ojos, o color de pelo, la colorimetría; no queda nada al azar.
En algunos casos, películas, cortos, documentales, solo reflejan el vestir de una época, pero en muchas ocasiones, se pretende crear una imagen única que define al protagonista, lo abarca todo, personalizándolo, y asociándolo a la historia que cuenta. En un mundo donde los impactos visuales pasan a una velocidad apabullante, no es nada fácil que un estilo de ropa consiga quedar para la historia, y obtener una relevancia, si no “engancha” con un buen trabajo anterior.
“La tentación vive arriba” con Marylin Monroe, se comenta que Billy Wilder, filtró donde se iba a rodar la escena del vestido blanco con la ventilación del metro levantando su falda; se rodó a la una de la madrugada, y habían más de 100 fotógrafos y unos 5.000 fans gritando entusiasmados a Marilyn, sin duda una genialidad publicitaria.
Ese vestido blanco, pretendía resaltar la belleza, la sexualidad de Marilyn, y no necesitaba de colores estridentes para conseguir el efecto deseado, potenciado por el fondo oscuro de la rejilla del metro; así quedó como imagen “ icónica” de la cinematografía. Ese vestido se vendió por 6,5 millones de dólares en 2011.
Un caso también muy evidente, es el cambio de imagen de Elvis Presley en el vestuario de su última etapa, un trabajo de dos diseñadores, Bill Belew y Manuel Cuevas, dirigido, absolutamente, para darle mayor fuerza escénica, utilizaron monos, grandes cinturones y pedrería, convirtiéndolo en sus giras y especialmente en Las Vegas, en el “rey” del rock, y alejándose de sus inicios de camisas hawaianas, trajes impecables, y perfectamente peinado, consiguiendo un look único que trascendiera de lo común.
Resumiendo, el talento en cualquier profesión es importante y necesario, pero dejar huella puede ir muy ligado a un buen trabajo de imagen, expertos diseñan toda una imagen general, para influir visualmente en el resto de las personas, aunque suene un poco siniestro, es así; ”bien mirado, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos”.
- Fijaros en cualquier personaje relevante, e inmediatamente lo asociamos con un estilo, o una forma concreta de vestir, incluso, con quien aparenta una notable desgana al vestir.
Cuidamos en general lo que nos ponemos, dependiendo a donde vamos, o con quien vamos a encontrarnos, pero se puede hacer, y se hace, cuando se maneja la iconología, de forma controlada, midiendo el impacto que puede producir, o precisamente controlando el impacto que va a producir. Otro juguete roto, porque con un trabajo de imagen, las cosas, no siempre son lo que parecen.
















