Fernando de Rosa: “ Rebelión en la Macrogranja del gobierno”

Fernando de Rosa: “ Rebelión en la Macrogranja del gobierno”

La rebelión en la granja” es una novela corta, de carácter satírico, cuyo autor es el escritor británico George Orwell. En la misma, un grupo de animales de una granja, expulsa a los humanos, creando un sistema de gobierno propio, que acaba convirtiéndose en una brutal tiranía. En el trasfondo de la novela, Orwell realiza una crítica mordaz de la barbarie estalinista.

Pedro Sánchez, con su afán desmedido de ser presidente del Gobierno, pactó con el comunismo trasnochado y caduco de Unidas-Podemos. De esta manera, el radicalismo de la izquierda (con la connivencia de los batasunos y de los excluyentes de Esquerra Republicana de Catalunya), se instaló en el Gobierno de España. En esa “granja” del Gobierno, el comunismo está realizando su particular rebelión para conseguir imponer el pensamiento único, y su política radical. Sin embargo, la Historia nos pone de manifiesto que el comunismo, nunca es libertad, y en esa línea van las recientes reformas legislativas que el Gobierno ha sacado adelante.

En este contexto, gracias al reparto de cuotas o intercambio de “cromos” con los comunistas, se nombró Ministro de Consumo, a Alberto Garzón, que lejos de atinar en sus políticas, está obsesionado con dañar, una y otra vez, los intereses económicos y productivos de nuestro sector primario.

En el mes de julio del año pasado afirmaba que se debía reducir de manera importante el consumo de carne para proteger “la salud de los consumidores y del planeta”. Ante las críticas que recibió, incluso de Pedro Sánchez, que llegó a afirmar “a mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible”, el Ministro Garzón, se ha despachado en una entrevista en el diario británico “The Guardian”, con dos perlas.

Por un lado, afirma que los más reacios a reducir el consumo de carne en España han sido los hombres “porque sentían que su masculinidad se vería afectada por no comer un trozo de carne o hacer una barbacoa”. Estas palabras se descalifican por sí mismas y no necesitan comentario adicional.

  • Por otro lado, también ha llegado a afirmar que las macrogranjas ganaderas “contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados”.

Resulta totalmente inaceptable que un miembro del Gobierno de España realice este tipo de afirmaciones que no se ajustan a la realidad y que causan tanto daño a nuestro sector ganadero. Garzón hace política a base de frases que puedan servir de tuits llamativos o manipuladores de la verdad, en vez de asumir el rol de Ministro de la Nación y trabajar al servicio de los ciudadanos y de nuestros sectores productivos. Como han puesto de manifiesto los expertos “la carne española cumple con todos los parámetros de calidad”. De igual manera, las grandes granjas de animales se ajustan a todas las exigencias fijadas por la Unión Europea.

No solo el sector primario se ha sentido molesto. Desde diferentes Comunidades Autónomas, gobernadas por el Partido Popular y también por el Partido Socialista, se ha pedido la dimisión del Ministro de Consumo.

  • Es intolerable que Garzón siga al frente de esa cartera ministerial.

Hay miembros del Gobierno que se han querido alejar de las declaraciones de Garzón. En este sentido, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha sostenido que el Ministro de Consumo hizo esas declaraciones a “título personal”. En la misma línea, se había manifestado la Ministra de Educación, Pilar Alegría, al sostener que la posición del Gobierno es distinta a la del Ministro Garzón.

Incluso el presidente del Gobierno se ha querido desmarcar de Garzón afirmando que el PSOE “cumple con los ganaderos”. Sin embargo, Garzón actuó como miembro del Gobierno más reaccionario que ha tenido España en democracia, y es intolerable que Pedro Sánchez sea incapaz de cesarle. No proceder al cese inmediato del ministro de Consumo, implica fallar al sector primario y a todos los ciudadanos.

Es hora de pasar página, pues Sánchez es rehén de los comunistas que, con los socios de Esquerra y los batasunos, traman su particular “rebelión” que implique un cambio de modelo político en nuestro país, en el que la libertad y la democracia, se vean mermadas. Dañar el sistema productivo es el objetivo del comunismo y de los excluyentes para crear ciudadanos dependientes del poder público.