Fernando de Rosa :“Dime de qué presumes…”
Conocido es el refrán “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Con el mismo, se hace referencia a los casos en que una persona se atribuye una virtud, presume de ella, cuando la realidad desmiente eso de lo que se vanagloria, es decir, carece de la misma.
Precisamente, este refrán me ha venido a la cabeza porque retrata, a la perfección, la falsedad y doble moral que caracteriza a los partidos de izquierda y grupos excluyentes de nuestro país.
Así, por un lado, el presidente Pedro Sánchez se jacta de ser un hombre de talante, dialogante y constructor de puentes para la convivencia. DFernando9 de Rosae hecho, entre sus grandes “logros” nos dice que está el haber constituido la “mesa de diálogo” con Cataluña. Sin embargo, las conversaciones que le deberían interesar, son las que permitan que España avance y se refuercen los pilares del Estado de Derecho. Sin embargo, eso no le interesa. Así, por ejemplo, no está dispuesto a hablar con el Partido Popular para reforzar las garantías de la independencia del Poder Judicial. De igual manera, es muy llamativo que un presidente que se vanagloria de ser dialogante, no haya comparecido en el Parlamento para un debate sobre el estado de la Nación desde que accedió a la presidencia del Gobierno.
El último debate al respecto, tuvo lugar en el mes de febrero de 2015. Son muchos los desatinos y errores respecto de los cuales Pedro Sánchez debe rendir cuentas en la sede de la soberanía popular, entre otros, la pobreza energética a la que está condenando a un gran número de familias, empresarios y autónomos, la crisis social y económica que ha generado la pandemia, las medidas para seguir combatiendo el virus y lograr una verdadera coordinación en todo el territorio nacional, o el hecho de que Cataluña siga siendo una Comunidad Autónoma al margen del Estado de Derecho, en donde no se cumplen las decisiones judiciales, no se respeta la ley y se acosa y se señala a las familias que simplemente piden que se respeten sus derechos.
Por otro lado, esta semana que termina ha presentado su dimisión como Ministro de Universidades, Manuel Castells. Ya es el décimo ministro del Gobierno social-comunista que abandona sin haber sacado adelante sus proyectos. El Gobierno se cae a trozos. Pedro Sánchez ha elogiado el trabajo realizado por el ministro saliente y su talante para el diálogo, cuando en realidad, sus propuestas de reforma fueron contestadas y cuestionadas unánimemente por rectores, estudiantes, sindicatos y consejos sociales. ¿Puede atribuirse un talante dialogante a un ministro que se enfrentó a toda la comunidad educativa? Peor no puede hacerse. Una vez más, se hace realidad el dime de qué presumes y te diré de lo que careces.
En general, los grupos políticos de izquierda y excluyentes se caracterizan por presumir de ser los defensores de la libertad y los derechos civiles, y, sin embargo, en realidad, trabajan para destruir los pilares del Estado de Derecho y el régimen de libertades. Esos objetivos están anclados en el ADN del comunismo y los independentistas, y es realmente triste que el Partido Socialista se haya convertido en un cooperador necesario en esa maniobra. Así, por ejemplo, es insultante que la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ceda la Sala Clara Campoamor del Congreso, para que Unidas-Podemos, junto con partidos como Eh-Bildu y Compromís, entre otros, realicen un evento en el que se insulte a jueces, fiscales y policías, llamándoles delincuentes.
En concreto, se llegó a afirmar que “son delincuentes que han cometido un delito y que están jugando a meter en la cárcel a inocentes”. Es inaceptable que un partido que forma parte del Gobierno de la Nación, sostenga esa postura, y lo que es peor, que desde la misma sede de la soberanía popular se dedique a dinamitar el régimen de libertades, la separación de poderes y el respeto al orden constitucional. Presumen de libertad. Sin embargo, el comunismo y los supremacismos que la acompañaban, han causado mucho dolor y sufrimiento.
Y por si todo esto no fuera suficiente, ahora tenemos a una Vicepresidenta del Gobierno, y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con aspiraciones de “telepredicadora”. Por un lado, presume de ecologismo, y viajó en el Falcon oficial a Roma para una visita privada con el Papa. Por otro lado, el Gobierno del que hace parte persigue la asignatura de religión en las aulas y busca una “bendición política” para su proyecto, por parte del sumo pontífice. Por si esto no fuera suficiente, cita un versículo del evangelista San Mateo en la pasada sesión de control al Gobierno. En concreto, el pasaje en que se indica que “os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos”.
Por cierto, ¿lo estaría diciendo por sus compañeros de partido, Pablo Iglesias e Irene Montero, que han incrementado notablemente su patrimonio tras su paso por la política?