El presidente del gobierno Pedro Sánchez acudió ayer al congreso de los socialistas valencianos para dar inicio al duelo a muerte entre Diana Morant y Pilar Bernabé, la nombrada y la tapada, pero sigue sin tener empatía alguna con las víctimas de la riada del 29 de octubre pasado. Desde el día en que escuchó en Paiporta lo que los ciudadanos opinan de él se ha negado a hablar con los afectados que aún tienen el dolor marcado en sus manos y clavado en sus ojos, se ha limitado a pisar las alfombras mullidas del palacio del Temple y ayer a sentarse cómodamente en los sillones del Palacio de Congresos de la ciudad de Valencia, sin duda lo de ir de palacio en palacio en falcon es todo una obsesión en esta izquierda que se ha convertido en “rancia casta”.
Pero lo más indignante es que los socialistas valencianos no hacen ni la más mínima autocrítica sobre cual es el papel que su gobierno tuvo en el origen y está teniendo en la reconstrucción de las zonas devastadas por la terrible riada. Por eso muchos nos preguntamos ¿donde está el PSOE valenciano en este momento ?, ¿donde estuvo cuando las leyes de Ximo Puig impidieron hacer obras de prevención de riadas en los barrancos del poyo y de la saletas?.
¿Porqué como dijo el alcalde de Aldaia prefirieron lechugas a las vidas de las personas?.
Muchas son las preguntas que los socialistas valencianos no quieren contestar, y son muchas las que nos preguntamos los ciudadanos y que las evitan chillando ¡Mazón dimisión! para tapar su mala conciencia. Así pues la delegada del gobierno tenía un viaje organizado para irse a Córdoba el día 29 de octubre, por lo que los datos que le proporcionaban sus servicios de emergencias era que no había peligro alguno para viajar. Igualmente los responsables de la confederación hidrográfica del Júcar estaban ese día 29 en un congreso en la Universidad Politécnica de Valencia por lo que muy preocupados por el nivel del agua de los ríos y barrancos no es que estuvieran.
Sánchez estaba visitando bollywood en la India y no adelantó el viaje de vuelta, la vicepresidenta Teresa Ribera en Bruselas y solamente se puso en contacto con la Generalitat Valenciana a las 20.30 horas de ese día 29 y Diana Morant ni sabemos lo que estaba haciendo. Además los responsables de emergencias del gobierno de Sánchez salieron ese día hacia diversos puntos de hispanoamérica, poniendo de manifiesto que si la información que se manejaba era de alerta máxima por lluvias, los propios responsables del gobierno socialista tanto en Madrid como en Valencia probablemente no las creyeron y seguramente no transmitieron la inquietud a las autoridades de la Generalitat Valenciana.
Los diputados valencianos del PSOE se quedaron el día 30 de octubre en el pleno del Congreso votando los nombramientos de RTVE a 140.000 euros el puesto, a pesar de que el día anterior habían fallecido más de 200 personas y se habían destrozado más de 80 municipios entre ellos Algemesí y Quart, cuyas exalcaldesas se quedaron a aplaudir en el hemiciclo.
Siendo grave que los socialistas valencianos no se pregunten donde estaban los responsables del gobierno de España y sus diputados ese fatídico día, es más grave saber porque no se preguntan donde están sus dirigentes en la reconstrucción y en la escasez de la cuantías de las ayudas que han llegado a los bolsillos de los afectados, y sobre todo porque contabilizan como ayudas el pago obligatorio del consorcio de compensación de seguros que pagamos todos los españoles y que, por cierto, está retrasándose de forma desesperante para muchos afectados que lo necesitan de forma urgente. La realidad es que tres meses después de la riada la Generalitat Valenciana ha pagado el 33% de las ayudas aprobadas y el gobierno de Sánchez solo el 11% y muchas de ellas con intereses a devolver.
Los valencianos nos preguntamos donde está Pedro Sánchez y sus ministros a la hora de pagar las ayudas, donde está a la hora de aprobar los planes de prevención de riadas, de construir presas y de limpiar barrancos transcurridos tres meses de la tragedia. Lo que muchos vemos es que el socialismo valenciano está mudo a pesar de que el gobierno de su líder está cumpliendo a rajatabla lo que anunció el primer día de la tragedia: “si quieren ayuda que la pidan”.
Los valencianos necesitamos toda la ayuda posible, pero lo que no necesitamos es que venga Sánchez de palacio en palacio sin pisar el fango a acusar a los demás de lo que su propio gobierno no hizo antes, durante la riada y menos con posterioridad que es ayudar a los valencianos. Por eso la pregunta obligada hoy, que se clausura el congreso socialista, es: ¿Dónde está el PSOE valenciano a la hora de exigir a Sánchez las ayudas, las inversiones y las obras de prevención?. Lo triste es que muchos sabemos donde están, llevando una pancarta en una manifestación, pero como decimos los valencianos “de forment, ni un gra”, solo están en el proyecto del insulto y de la palabrería sin sustancia alguna.
Pero esa pancarta no hará que nos olvidemos que el PSOE valenciano está siendo investigado por presunta financiación ilegal a través de la Confederación hidrográfica del Júcar y que el hermano de su Ximo Puig se va a sentar en el banquillo por subvenciones ilegales del gobierno socialista. De eso no se ha hablado en el congreso socialista.