Fotur muestra su descontento y la decepción total empresarial

Todo el ocio, salas de bingo, espectáculos y eventos se mueren de hambre

Una vez más, desde FOTUR, lamentamos que en las declaraciones del Presidente y la Consellera no se haya tenido en cuenta para nada las industrias que representamos. Se nos deja tirados en la cuneta y el ocio un año cerrado.

Que  no se  contemplen las actividades de ocio, espectáculos, salas de bingo y entretenimiento (espectáculos al aire libre, dj’s, bingos, salones de eventos, festivales, locales de ocio  y entretenimiento, salas de fiesta, baile, discotecas, cafés teatros, cafés cantantes y cafés conciertos), cuando las actividades cumplen escrupulosamente la normativa COVID 19, y ha quedado más que demostrado que nuestras industrias en ningún momento han sido foco ni ha producido contagios masivos. Sino todo lo contrario, han sido el dique de contención. Los bingos han estado abiertos hasta el mes de enero  sin ningún foco de contagio y realizando una actividad escrupulosa.

Nos alegramos que nuestros compañeros de hostelería y gimnasios, puedan abrir, pero es un agravio comparativo que el sector que representamos  no pueda abrir en igualdad de condiciones, por ejemplo, las salas de bingo, música y el espectáculo, ¿donde está la diferencia?.

Discriminación hacia ciertos sectores

Esto es desconocer la realidad de un sector cuando se permite escuchar música de spotifiy y se penaliza la actuación de dj’s que es una manifestación musical y cultural.

Estas son industrias regladas y cumplen las medidas sanitarias. No se puede mantener esta industria cerrada sin un plan de actividades para la puesta en funcionamiento. Al igual que se hace con los colegios, se deben reabrir las actividades. Y aquellas actividades que sean generadoras de foco de covid 19, se deben cerrar. Pero penalizar todas las actividades de forma arbitraria, es totalmente desproporcionado. Y genera un daño irreparable a nuestra industria.

Toda esta pandemia está llevando a un sacrificio que lo vienen soportando las industrias que representamos y nos lleva a morirnos de hambre. Sin que ni por el  Estado ni por la Generalitat se haya previsto  un mecanismo de compensación justo. O de distribución de la carga social, que este soportando el sector de manera unitaria y arbitraria, con perjuicios económicos y sociales irreparables.