SOS Hostelería critica que se filtren nuevas restricciones en materia de juego sin que se haya reunido la Comisión de Juego de la Generalitat en la que tienen que interactuar la administración y agentes del sector

Desde SOS Hostelería, organización representativa de centenares de hosteleros de la
Comunidad Valenciana, ha recibido con estupefacción la filtración a los medios de
comunicación de un borrador de la Comisión Técnica de Coordinación
interadministrativa en Materia de Juego. Bajo el título Borrador de la estrategia
valenciana integral de prevención y tratamiento de juego patológico, incluye
nuevas restricciones al juego privado como la eliminación de ruletas, restricciones a máquinas recreativas o modificaciones de cantidades a apostar.

Fidel Molina, presidente de SOS Hostelería, ha dicho que “es incomprensible que la
Generalitat actúe de forma unilateral. Tomando decisiones que afectan al empleo sin, ni tan siquiera, haber reunido la Comisión del Juego, que han tardado casi un año en constituir y lo han hecho introduciendo en ella a las asociaciones que les ha parecido de forma arbitraria.

Desde SOS Hostelería se recuerda a la Generalitat Valenciana que desde la entrada en vigor de la Ley del Juego hay varios establecimientos que ya han tenido que cerrar sus
puertas con el correspondiente efecto que eso tiene en el empleo.

Discriminación comparativa

Para Molina, “llama la atención la obsesión de la Generalitat de limitar la actividad privada mientras se han presentado denuncias de mala praxis por parte de otros juegos a los que la administración ha hecho oídos sordos a pesar de que fueron documentos fotográficos y afectaban a menores”.

En verano de 2022, la Asociación de Trabajadores de Juego (UTSAJU), denunció la venta a menores de rascas en plena vía pública. Hecho que puso en conocimiento de la administración sin respuesta alguna.

Una vez más, desde SOS Hostelería se pide a la administración neutralidad en su acción
e interlocución. Es muy triste que tengamos un gobierno que actúa contra
nosotros, no nos recibe y no nos escucha”, afirma Fidel Molina.