El festival celebra su tercera edición consolidándose como un referente en experiencias musicales y culturales, reuniendo a miles de personas frente al mar en una jornada inolvidable y con grandes momentos como la despedida de Lia Kali
La Marina de València volvió a latir al ritmo de la música durante la tercera edición del Vibra Mahou Fest, un encuentro que, una vez más, unió a miles de asistentes en torno a conciertos, gastronomía y cultura cervecera. Desde primeras horas de la tarde, el ambiente se impregnó de energía y expectación, mientras el público se acomodaba frente a los escenarios con vistas al mar, anticipando siete horas de emociones, melodías y ritmos que no dejaron espacio para el descanso.

El festival arrancó con los primeros acordes de Leo Rizzi, cuya propuesta musical capturó a los presentes con una frescura contagiosa. Su sonido envolvente se fusionó con la brisa marina, creando un inicio vibrante que fue calentando el ambiente. Le siguieron Pole y Marmi, capaces de mantener a la audiencia completamente entregada, saltando, cantando y disfrutando de cada canción. El ritmo y la emoción no dieron tregua, y entre actuación y actuación, StormyKid quien está revolucionando el pop en español, aporto una energía que siguió elevando el nivel de entusiasmo en el público.
Sin embargo, la verdadera magia de la jornada llegó con Lia Kali, quien eligió el Vibra Mahou Fest para despedirse de los escenarios

Su concierto final fue un despliegue de talento y emoción, con canciones cargadas de emoción y unas letras profundas y sensibles como «Contra todo pronóstico» o «Volvernos a amar». La conexión con el público fue inmediata y palpable: miles de personas se sumergieron en un espectáculo que combinó fuerza, sensibilidad y un aura de despedida que hizo de la velada un momento único. Entre canciones, la música electrónica de La BEBE, desde la cabina, mantuvo el pulso del festival, creando transiciones perfectas entre los conciertos y asegurando que la energía nunca decayese.
Pero Vibra Mahou Fest no se limitó únicamente a la música.
Los asistentes pudieron disfrutar de una propuesta gastronómica cuidada y variada, con foodtrucks de The Fitzgerald y Del Poble, que ofrecieron sabores que se entrelazaron con la experiencia musical. Además, las catas cerveceras y los talleres de tiraje acercaron al público la esencia de la cultura de Mahou Cinco Estrellas, ofreciendo momentos de aprendizaje y disfrute que complementaron a la perfección los directos de los artistas. Un mercadillo urbano reunió a una decena de marcas locales de moda, diseño y artesanía, consolidando al festival como un punto de encuentro donde la creatividad y la música se dan la mano frente al mar.

El vibra Mahou Fest se consolida, no como un festival, sino como un evento polifacético con hueco para la música, la moda, la gastronomía y la fiesta
Tras su paso este año por Valladolid, Gijón, León y Segovia, el Vibra Mahou Fest demostró en Valencia que su propuesta va más allá de un simple festival de música. Es una experiencia sensorial completa, donde el público no solo disfruta de los conciertos, sino que se sumerge en un ambiente de comunidad, pasión y cultura, celebrando la unión entre artistas, espectadores y la tradición cervecera en un escenario incomparable.

En definitiva, la tercera edición del festival dejó una sensación de plenitud y celebración
Música que vibra en el alma, sabores que despiertan los sentidos y momentos que se quedarán grabados en la memoria de quienes la vivieron. La Marina de València volvió a demostrar que es el lugar perfecto para que la música, la gastronomía y la cultura se fusionen en un solo latido.















