Francisco Bueno Camejo : “Macbeth, Bugs Bunny y Pepa Pig: Una ensalada»

En la vida, como en el teatro, y en el arte en general, no todo vale. Ya en el siglo XVIII se descubrió el buen gusto en la creación artística. Justamente, el montaje de la ópera Macbethde Verdi ha sido un producto de mal gusto, una ensalada en donde se ha mezclado como ingredientes a figurantes procedentes del orbe de los dibujos animados, -el conejo Bugs Bunny y la cerdita Pepa Pig, entre otros-, como aliño a un drama de dramatismo exuberante y maldad en grado sumo. En el Acto III, que transcurre en la cueva de las brujas, no tiene mucho sentido contemplar a una gogó bailando sobre una barra en un cabaré mientras las hechiceras han sido convertidas en cabareteras ataviadas con lentejuelas, abalorios y plumas de marabú.

El director de escena cometió errores de bulto. Establecer un símil entre el poder regio y el fútbol, mientras un niño jugaba con una pelota, nos parece una astracanada. En el Acto IV, el coro canta <Patria opressa> en medio de un escenario más propio de refugiados ucranianos en la ciudad polaca de Przemysl.

La escenografía, pobre, simplona. Un cuadrilátero con puertas laterales y un muro batiente al fondo. Los personajes entraban y salían por los costados. Minimalismo del malo. La iluminación, al menos, supo salvarse del desastre general. Fue rica, sugerente, aunque con focos monócromos.

Otra cosa muy diferente fueron los excelentes cantantes. La soprano dramática italiana Anna Pirozzi fue la heroína de la noche. Con la primera solita forma de la ópera “Macbeth”, -que abarca las escenas V-VI-VII-, la cantante napolitana nos impresionó por sus exquisitas gramas graves, hercúleos agudos y un vigoroso registro medio. Verdi quería una malvada Lady Macbeth que impresionase al público por sus alaridos; esta mujer lo hizo, sí, pero cantando muy bien y sin desafinar. La señora Pirozzi podría acometer determinados papeles wagnerianos a piacere.

Aunque inicialmente figuraba en el cartel el barítono parmesano Luca Salsi en el papel estelar de Macbeth, una hemorragia nasal le impidió comparecer en escena. En su lugar lo hizo el segundo barítono, el georgiano George Gagnidze. La verdad es que el cantante de Tiflis tiene una voz carnosa, robusta, en sus gamas agudas; pero su centro es endeble. Sus graves son aceptables. Le faltó maldad para encarnar al atribulado y despiadado Macbeth. Empero, su gran aria en el Acto IV, <Pietà, rispetto amore>, estuvo bien cantada, pero de manera apolínea.

Aunque el tenor tiene un papel pequeño, el lombardo Giovanni Sala cantó con exquisito gusto su aria <Ah, la paterna mano>, en el Acto IV; si bien, no es menos cierto que Giuseppe Verdi no exige grandes dificultades en esta bella cantinela. Sala es un buen tenor, elegante.

El bajo-barítono croata Marko Mimica hizo un buen papel al interpretar a Banco, sobre todo en el Acto II, Escena IV, con ocasión de su serena aria <Come dal ciel precipita>, previo a ser asesinado. Tiene un buen fiato, pese a que su voz no venga del inframundo.

El coro brilló sobremanera, ora en las voces blancas, ora en las masculinas, ora en el conjunto del gran coro. En esta ópera el coro tiene un cometido muy importante. En el Acto IV el Cor de la Generalitat Valenciana emocionó al público.

La orquesta consiguió unos bellos timbres, fraseando muy bien el discurso musical. Desde el podio, Michele Mariotti no estuvo siempre a la altura de las circunstancias. En ocasiones, la batuta de Urbino dirigió las escenas de hechicería, muy dramáticas, con ritmos bailables, y no era una fiesta sino un conjuro.

FICHA TÉCNICA:

  • Lugar y fecha: Palau de Les Arts Reina Sofía, Sala Principal, domingo, 3 de marzo, 18 horas.
  • Reparto: George Gagnidze, barítono (Macbeth); Marko Mimica, bajo (Banco); Anna Pirozzi, soprano (Lady Macbeth); Rosa Dávila, mezzosoprano (Dama de honor de Lady Macbeth); Giovanni Sala, tenor (Macduff); Jorge Franco, tenor (Malcolm); Luís López Navarro, bajo (Médico/Sicario).
  • Dirección de escena: Benedict Andrews.
  • Escenografía: Ashley Martin-Davis.
  • Vestuarios: Victoria Behr.
  •  Iluminación: Jon Clark.
  • Dirección de movimientos coreográficos: Ran Braun.
  •  Coro: Cor de la Generalitat Valenciana.
  • Orquesta: Orquestra de la Comunitat Valenciana.
  • Dirección musical: Michele Mariotti.
Francisco Bueno Camejo