Más de 200 vecinos llevan desde el 8 de septiembre esperando el inicio de las actividades deportivas municipales —como gimnasia de mantenimiento, pilates, yoga, taichí o musculación— que cada año organiza el Ayuntamiento. Los usuarios denuncian que, a día de hoy, 11 de noviembre, las clases aún no han comenzado y aseguran sentirse “engañados y sin información”.
El conflicto comenzó tras el despido de las monitoras que llevaban más de 20 años de servicio, cuya labor los vecinos califican de “profesional e inmejorable”. Ante la falta de explicaciones, el colectivo registró una solicitud formal pidiendo la rectificación de lo que consideran un trato injusto y la comunicación de las fechas de inicio de los cursos, pero aseguran que la respuesta del Ayuntamiento fue inconcreta y que la concejala de Deportes no llegó a citarlos, pese a haberse comprometido a hacerlo.
Los usuarios relacionan el retraso con el proceso de estabilización de los monitores, que debía haberse completado en diciembre de 2024, y con la falta de una selección temporal que permitiera mantener la programación. Todo ello, unido a la ausencia de información, llevó a que el pasado 27 de octubre se celebrara una reunión en el salón de plenos.
Durante el encuentro, los vecinos expresaron su malestar y enfado por lo que califican como una “desastrosa gestión”, ya que es la primera vez en décadas que las clases no comienzan en la fecha prevista. El alcalde se comprometió entonces a que las actividades arrancarían el 10 de noviembre.
Sin embargo, este lunes 11 de noviembre, los usuarios aseguran que no se ha cumplido el compromiso y han vuelto a concentrarse ante el Ayuntamiento, reclamando “¡queremos clases, ya!” y una solución inmediata. Según han explicado, el alcalde ha señalado que las clases podrían comenzar a finales de esta semana, aunque los afectados ponen en duda ese nuevo plazo y han convocado una nueva concentración el próximo martes a las 10:00 horas.
















