Casas Bajas volvió a demostrar este sábado que la magia de la Navidad existe. Con apenas 170 habitantes censados, el municipio se transformó en un escenario festivo lleno de luces, ilusión y una sorprendente multitud infantil que llenó la Plaza Rey Don Jaime hasta desbordarla.
Un pueblo pequeño, una multitud inesperada
La imagen parecía casi irreal: familias por todas partes, carros de bebé, grupos de niños corriendo entre luces, personajes de Disney haciéndose fotos con las familias, talleres con largas colas y carcajadas continuas. En más de una conversación se escuchó la misma frase: “¿De dónde han salido tantos niños?”. Una escena tan extraordinaria que muchos, entre risas, aseguraban que el Ayuntamiento debía haber contratado figurantes. Pero no: eran reales, estaban allí y fueron los auténticos protagonistas del comienzo de la Navidad en Casas Bajas.
La fiesta arrancó por la tarde con talleres infantiles, pintacaras, manualidades navideñas y diferentes actividades pensadas para que los más pequeños disfrutaran desde el primer minuto. Los castillos hinchables y el gran cubo de regalo iluminado —convertido en photocall oficial del evento— fueron algunos de los puntos más visitados, creando una estampa navideña propia de una gran ciudad, pero con la calidez de un pueblo en el que todos se conocen.
A lo largo de la tarde, música navideña, animación familiar y la presencia de personajes Disney como Mickey, Minnie o Stitch hicieron que los niños vivieran la experiencia como si estuvieran dentro de una película. Muchos de ellos, disfrazados con motivos navideños, no dejaron de bailar, reír y pedir fotos.

La emoción del gran encendido
Cuando la luz cayó llegó el momento más esperado: la cuenta atrás del encendido del gran Árbol de Navidad. En silencio y con los ojos iluminados los asistentes aguardaron el instante mágico.
Y entonces, la plaza estalló en luz, enmarcado con un gran espectáculo pirotécnico que elevó chispas doradas sobre el cielo del Rincón de Ademuz para inaugurar oficialmente la Navidad en Casas Bajas. Una celebración familiar que ya se ha convertido en tradición y que este año alcanzó su edición más concurrida.

Un referente navideño del interior valenciano
Casas Bajas, con su espíritu cercano y su capacidad para unir a vecinos y visitantes, vuelve a posicionarse como uno de los referentes navideños del interior valenciano, demostrando que, a veces, los pueblos más pequeños escriben las historias más grandes.
La próxima parada será continuar con las actividades navideñas en las próximas semanas, con la misma intención: seguir creando recuerdos que duren toda la vida.
Y si algo quedó claro este sábado, es que en Casas Bajas la Navidad no solo se encendió. Se encendió a lo grande.
















