Luisa C. Perosán: Operación jaula, operación coladero, operación tomadura de pelo.

– ¿Alguien duda de que esto estaba pactado desde hace más de un año?.

A mí no me cabe duda. Esto es un circo más con el que rellenar tertulias, telediarios y alborotar redes sociales. Un circo vergonzoso y denigrante.

Que los mossos son una policía política, está más que claro.

Que Cataluña es el feudo de cuatro burgueses rancios y racistas también. Es una comunidad secuestrada desde hace mucho gracias al voto vitaminado. Y lo malo es que tienen al resto de españoles en la misma situación, secuestrados por gentuza.

Ya no es que Sánchez sea el mayor sinvergüenza en el poder de la historia de España, es que estamos rodeados y gobernados por la peor castuza de mafiosos que puede haber. Del primero al último.

Me da exactamente igual que performance me monten. Imputaciones, negarse a declarar, escribir cartas, tomarse cinco días de reflexión, o el ajedrez político de pega… Da igual. Lo que tenemos mientras nos arrojan estos palos como a un perro juguetón, es: Invasión por tierra, mar y aire. Expolio fiscal y de cualquier forma a su alcance. Justicia arbitraria y solo efectiva con el español de nacimiento. Policía que trabaja menos que Tarzán.

Medios subvencionados que son auténticos aspersores de mierda, que no cuentan una noticia verdadera ni por error. Un parlamento y un senado que son el Dúo Pimpinela, pero sin música. Una sanidad que está sujeta con esparadrapo y unos transportes cochambrosos. Una educación que impide cualquier aprendizaje útil, una universidad pública que es una fábrica de comunistas descerebrados, y como remate, una gran parte de población que vota, a la sopa boba. Pues nada, dejen de escandalizarse por lo que ha ocurrido en Venezuela, aquí se hizo lo mismo.

Dejen de horrorizarse por lo de Reino Unido, lo verán aquí dentro de nada, dejen de indignarse por dictaduras extranjeras, tenemos la nuestra, una continuación ampliada y con bandos de colorines.

No crean que aquí tenemos democracia ni constitución.

No hay democracia porque no podemos elegir, solo podemos votar y no es lo mismo. No tenemos constitución porque se hace con ella lo que se quiere, si fuera un manuscrito tendría más tachones que la carta a los reyes magos de un niño de seis años.

La tomadura de pelo de hoy confirma lo seguro que está el poder de habernos convertido en ganado lanar pendiente de pantallas y abotargado. Un ganado bobo que va al matadero de buena gana si en él, se encuentra una tele con fútbol y unas cañas.

Están tan seguros de poder hacer lo que les viene en gana que ya no se preocupan ni de disimular.

Eso de que Puigdemont haya estado en Waterloo siete años y cobrando, porqué patatas, y pegándose la vida padre, es porque estaba pactado de antemano, se quitó de en medio para que el suflé de indignación tras el 1 de octubre bajara, pero jamás estuvo en riesgo de rendir cuentas ante la justicia. No lo hará jamás.

Ahora tendremos un circo con las especulaciones absurdas sobre su paradero durante un par de semanas, mientras, él estará en su aldea catalufa, disfrutando de la piscina y el buen tiempo, con una nutrida escolta de mossos rodeando su madriguera para que no sea importunado. Junqueras y el resto, se sacrificaron un tiempecito en la trena, pero ya sabían que no iba a durar mucho.

Toda la mafia política arregló este desaguisado gin tonic en mano hace siete años. Como si lo viera.

Tan segura estoy como de que la moción de censura estaba igualmente pactada, lo evidenciaba el bolso, lo evidenciaba la ausencia de Rajoy que, en vez de trabajar, se fue al bar a ponerse fino de Cardhu.

Hemos hecho un meme con este sujeto porque su aspecto es ridículo, pero lo cierto es que es un personaje muy siniestro, un tipo sin escrúpulos, un racista y un odiador de España, y no, a mí no me da risa. Me da miedo y asco.

En próximos episodios veremos un remake de “La fuga de Logan”.

Veremos horas de tertulias especulando sobre lo evidente y escucharemos “teorías de cuerdas” informativas. Un agosto entretenido. El año pasado tuvimos “piquito delictivo” y este año tenemos “El fugitivo”. No se queje, y si por casualidad le da por sentir indignación mientras sigue el espectáculo, no olvide que lo paga usted.