1.250.000€ gastados por Grezzi y Sandra Gómez para un secarral donde se condena a la muerte a las plantas

La obra provisional de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia costó algo más de 1.250.000€, repartido entre las concejalías de Grezzi y Sandra Gómez, con contratos a dedo vía contratos de emergencia o contratos menores.

Casi un año después, se ha convertido en una plaza de «cachibaches», donde ubicar casetas de ferias varias, contenedores de reciclaje, marcadores deportivos, una zona de conciertos. También es un contenedor donde el Ayuntamiento ha montado hitos sobre la Guerra Civil o el último sobre el 15M.

Un secarral sin sombraje alguno

Dentro del proyecto de reforma provisional iban incluídos unos espacios de sombraje para las personas. Un año después, no hay ni rastro de esas zonas de sombras y en verano, especialmente en horas de calor, es imposible encontrar un sombraje en la zona peatonalizada.

Las plantas siguen sin riego, con una patrulla que pasa cada semana, en unos tubos de hormigón pintados adaptados como jardineras y con un coste entre 300 y 1.000€ por unidad.

Los prunus y los granados están completamente secos, y las plantas tapizantes la mayoría se han secado. Hats los romeros rastreros se han muerto por falta de riego. Ya hace meses el Ayuntamiento sustituyó hasta un 30% de las plantas por la muerte de las mismas.

Las plantas en los maceteros de menor tamaño con poca capacidad de tierra se secan rápidamente en verano. La murta que hay plantada muestra efectos de sequedad extrema.

Un secarral que costó más de 1,2 millones de euros y que sigue sin estar acabada. Los problemas se acumulan a pesar del elevado coste.

Los problemas de la nueva plaza

La carga y descarga de los negocios de hostelería y de los puestos de flores es muy complicada, al no haber un lugar específico para ello, más que una pequeña zona delante del vial que da a Telefónica.

Los puestos de flores del vial frente a Correos han bajado sus ventas más de un 60%. Ya que es imposible la parada y tampoco es una zona peatonal practicable. Con lo que son unos de los negocios más perjudicados por esta peatonalización parcial.

En la antigua plaza se crearon cerca de 800 plazas de aparcamiento para motos. Así, como en la Calle de las Barcas. Ahora estos aparcamientos se han trasladado a la Calle San Vicente, y se han perdido cerca de 600 plazas para motocicletas.

Una señalización confusa

La improvisación es total y se adivina cada paso que damos en la Plaza. Así, Movilidad Urbana colocó señales para llegar a los monumentos en bici y caminando. pero señalan rutas incorrectas y los colocó justo delante de un macetero. tapando la señalización a la vista.

La señalización te remite a la Plaza de la Reina por la Av. María Cristina y a la Plaza de la Mere de Deu por el mismo lugar. Añgo extraño cuando en línea recta por San Vicente se llega a ambas de manera mucho más rápida.

Una obra provisional con cuyo coste astronómico no es comprensible estos errores fruto de la improvisación absoluta en la que se ha convertido el nuevo espacio polivalente o cajón desastre del Cap i Casal.