Hace tan sólo unos días publicábamos en valenciaNews la noticia de que el IES de Rafelbunyol se quedaba sin bachillerato musical, incluso a pesar de tener una banda de música propia y gran aceptación entre el alumnado. Muchos de ellos músicos y que ahora se quedaban ahora sin la formacióna decuada a sus necesidades.
Ahora es el AMPA del IES María Enriquez de Gandía quien se queja de que esta misma semana que debían hacer las matriculaciones para el próximo curso, este Bachillerato Musical ha desaparecido. Así, los alumnos que quieran seguir esta modalidad de bachillerato musical deberán de cambiar de centro y de localidad. Así, esta modalidad se impartirá en el próximo curso en Cullera y en Oliva, donde anteriormente no se impartían y desaperece de este IES de Gandía tras muchos años.
Una política educativa que absolutamente nadie entiende y de la que muchos institutos se han enterado en el período de matriculación, sin ser previamente avisados. Una política que tendrá grandes consecuencias para muchos alumnos que deberán cambiar de localidad para seguir cursando sus estudios.
Un borrador de decreto educativo fuertemente criticado
Esto colma el vaso de la paciencia de alumnado y profesorado. Ya que en el Borrador de nuevo Decreto Educativo presentado se elimina la asignatura obligatoria de música para los alumnos de 3º de la ESO.
El Consell de Chimo Puig y de Oltra utiliza en sus videos promocionales músicos pero pro contra no sólo no los pone en valor, sino que parece empeñado a dificultar su formación.
Nadie es profeta en su tierra pero parece que el Consell ha declarado la guerra a la formación musical dentro del sistema público de enseñanza. Las acciones demuestran este absoluto sinsentido que nadie parece va a parar. parece que no existe voluntad política en solucionar este asunto por parte de la Consellería de Educación ahora en manos de Raquel Tamarit y antes de Marzá. Puig y Oltra miran a otro lado, parece que ya tienen bastantes problemas, y mientras los alumnos a recorrer 20 kilómetros para pdoer seguir formándose. ¿El Govern de les persones, en serio?
