Menores de 12-13 años preguntando como «trabajo escolar» en la calle por si te sientes más valenciano o español y tu ideología política

¿Qué cara pondría usted si por la calle le abordan un grupo de colegiales de 13-13 años y le preguntan por sus tendencias políticas o por si se siente más valenciano o español?. Pues esto ha sucedido gracias a la Consellería de Educación en el barrio valenciano de Patraix.

El Instituto Vicenta Ferrer ha enviado en horas lectivas de «valenciano» a hacer una encuesta «sociológica de conocimiento del valenciano». La excusa es el estudio sociológico, pero la realidad es que se pregunta por datos sensibles y personales a las personas en calles, comercios, bibliotecas,… En plena calle han realizado estas preguntas sensibles, en grupos de escolares y parece sin supervisión de un profesor/tutor.

Una encuesta claramente política

Una nueva encuesta política que pregunta por datos personales tales como ideología política o si ven la TV3 o qué televisiones y programas ven. También se pregunta en la encuesta por la obligatoriedad de hablar en «valenciano» a personas extranjeras o de otros territorios.

Una encuensta en la que se pregunta en la primera página al niño por Instituto y clase, además del nivel de estudios de los padres y en qué trabajan o dónde. De esta manera, el profesor puede detectar directamente al niño/a que realiza la encuesta.

Dos pilares de la encuesta

Por una parte, se pide datos al niño propios y de su familia, con lo que se localiza perfectamente al menor.

Se pregunta incluso al menor si cree que el valenciano, balear y catalán son las misma lengua.

Pudiendo incurrir en la intimidad del menor y familiar y por tanto pude tener consecuencias futuras negativas.

En la otra parte, se les ha dicho a los menores que como deberes, han de hacer este tipo de encuestas en la calle. Fuentes jurídicas consultadas por ValenciaNews aseguran que este «trabajo» está pudiendo incurrir en un delito si pensamos en que utilizan a los niños para hacer un trabajo que si es un estudio sociológico debería de hacer una empresa privada mediante una licitación pública.

Parece que se aprovecha la vulnerabilidad de la víctima, en este caso al menor que se ve en inferioridad respecto al profesorado, puesto que se juega su nota académica para utilizar a estos menores.

¿Estudio de Consellería de Educación?

A los menores se les ha vendido la idea que consta en la primera página de ser un estudio sociológico, con lo que estarían realizando un trabajo que debería ser remunerado por una empresa. Con lo que se estaría utilizando a menores para realizar un trabajo, podríamos hablar incluso de explotación laboral de menores.

Igualmente muchos padres dudan de la legalidad de esta medida y además muestran su preocupación por enviar a menores de 12-13 años a la calle a realizar estas encuestas, con preguntas difíciles. Que podrían ocasionar rechazo en las personas a las que se les realice y por tanto pueden ponerles en peligro.

Un nuevo escándalo del que alguien tiene que dar muchas explicaciones. Que ha saltado en el Instituto Vicenta Ferrer de Patraix en el Cap i Casal de Valencia.

Aitana Más como portavoz del Consell no quieren»valorar trabajos escolares». Permitiendo la utilización de menores para estos hechos

La reacción de la portavoz del Consell Aitana Mas en el último Pleno del Consell, preguntada por este diario fue la de «pregúntele a la Consellera de Educación, yo no voy a valorar trabajos escolares».

Escurriendo el bulto hacia su compañera, y evitando valorar la utilización de menores y de su formación para realizar este tipo de estudios de índole política. No es lo mismo enseñarles la metodología de una encuesta preguntando por las zonas verdes del barrio, el arbolado, qué cambiarían,…que preguntar por su tendencia política o su sentimiento como valenciano.

Temas sensibles para los que se han utilizado a menores sin ningún tipo de rubor nuevamente, indagando en las vidas personales y posiblemente incurriendo en una irregularidad al afectar a datos de carácter privado y personal.

La hoja de ruta del adoctrinamiento escolar

De nuevo vemos cómo a los menores se les adoctrina en tesis independentistas y catalanistas sin ningún rubor y en las clases donde supuestamente se les debe formar y no manipular e influenciar.

Algunos podríamos creer incluso que estas actitudes fomentan el odio desde bien pequeños, a lo valenciano, a lo autóctono y a aquellos que no piensan como ciertas étiles pancatalanistas quieren. Todo dentro de un perfecto plan organizado de Genocidio Cultural orquestado hacia la Cultura y lengua Valenciana y pagado con dinero de nuestros impuestos.

De nuevo, aparecen un ejército de asociaciones, colectivos, palmeros hipersubvencionados con dinero de todos, que no son sino simples estómagos agradecidos. Dinero que no se emplea en educación, sino en fomentar el odio y el independentismo, ni en Sanitat. Parece que nuestras autoridades desde hace muchos años tienen las prioridades claras, no habrá para comer, pero cada día seremos más vasallos del catalanismo ideológico.

Las «Encuestas políticas»

Una encuesta sociológica de las que en el Cap i Casal estamos más que acostumbrados, como la que el propio Ajuntament, de la manod e la Concejalía de Cultura Festiva hizo a las comisiones falleras de la ciudad y a sus falleros. Un escándalo que acabó con una multa de protección de datos de más de 35.000€ al consistorio municipal.

Quizá por ello, ahora desde las instituciones se usa la fórmula de enviar a menores a realizar el trabajo, sin logos de Consellería y como «trabajo escolar». Para evitar una multa por protección de datoa. Ahora se usa a menores para realizar un trabajo de campo y de paso preguntar por TV3, o incluso por la ideología política de las personas. Algo que podría entrar en colisión con la LOPD del Estado.

Un nuevo «estudio sociológico» que recuerda mucho al hecho desde Compromís en las Fallas de Valencia. Quizá porque es de nuevo Compromís la que lo tira adelante, esta vez desde la Consellería de Educación. Siempre con el apoyo cómplice y la callada y permisividad del PSPV de Chimo Puig, que permite estos desmanes.