Barrachina pide a Puig que Gómez pague los 24.000€ de las cartas políticas electoralistas de su candidata en Valencia pagadas con dinero público

El director de campaña del PPCV, Miguel Barrachina, ha afirmado hoy que «Puig debe exigir a Sandra Gómez que devuelva los 24.000 euros que se ha gastado de todos los valencianos en autobombo».

Así se ha pronunciado Barrachina tras conocer que la junta provincial ordena a la Junta Electoral de Zona «iniciar expediente sancionador ante la posibilidad de la comisión de una infracción electoral sancionada en el art 153 LOREG de las cartas que se mandaron desde el Ayuntamiento de Valencia utilizando el dinero de todos los valencianos».

Acusación de utilización de las instituciones públicas en beneficio propio

Así, Barrachina ha recordado que «tanto Puig como Sandra Gómez están utilizando las instituciones públicas con fines totalmente partidistas y electoralistas saltándose la ley y haciendo un mal uso de las instituciones a las que representan. Deben ser ellos los que paguen sus campañas electorales y no los valencianos por ellos».

El coordinador de campaña del PPCV ha asegurado que «Puig es reincidente porque ya ha sido apercibido por utilizar medios públicos en su propio beneficio. Puig como secretario general de los socialistas valencianos debería de pedirle a su candidata a la alcaldía de Valencia que de manera inmediata ponga de su bolsillo los 24.000 euros que ha utilizado sin ningún fin público más allá de financiar su propia campaña».

«El govern de les persones ¿o de utilización de las personas?»

«No se puede entender que Sandra Gómez utilice el dinero de todos los valencianos en campañas de autobombo. En lugar de en medidas concretas que ayuden a paliar la grave situación que viven las familias y las empresas», ha asegurado.

En este sentido, el portavoz de la campaña del PPCV ha afirmado que «esta es la manera que tiene Puig de hacer política. Usar las instituciones públicas para su propio beneficio como hemos estado comprobando con las subvenciones a las empresas de sus hermanos o beneficiar a empresas amigas»

La polémica de las cartas

El gobierno municipal de taifas en el que se ha convertido el Ajuntament de Valencia se vió claramente con esta polémica. Sandra Gómez aseguró que eran unas cartas previstas el el presupuesto municipal de este año. Como así afirmó Luisa Notario, pero la edil de compromís añadió que la propia vice-alcaldesa y candidata en nota interior pidió que las cartas se remitieran pasadas las celebraciones falleras. Algo que suena ya a fines electoralistas.

Unas cartas utilizando la base de datos de los ciudadanos para hablarles de logros conseguidos y de proyectos futuros, pero que en vez del logo municipal perfectamente podrían haber llevado el logo del PSPV con la cara de la vice-alcaldesa.

Muchos han visto, como ahora la Junta Electoral que estas cartas tenían un fin electoralista muy concreto y que podrían estar utilizando el dinero de los impuestos para promocionar a una determinada candidata. ¿Socialismo y gobernar con mano izquierda?. ¿Ahora cuél es el plan Sandra Gómez?.

Las encuestas contra Sandra Gómez

las últimas encuestas además no dejan en buen lugar al PSPV de Sandra Gómez. Ya que vaticinan unos resultados de concejales iguales que en la legislatura pasada, 7 o incluso algunos ya empiezan a descubrir un retroceso de la candidata socialista, que seguiría siendo la tercera fuerza política en Valencia. Por detrás de PP y Compromís.

Parece que la apuesta por Sandra Gómez algunos empiezan a cuestionarla incluso dentro de las filas socialistas. Contando como número dos a Borja Sanjuán, concejal de hacienda que accedió al cargo tras la triste muerte del querido Ramón Vilar, aunque Borja no ha conseguido ser ni talante ni dialogante como su antecesor. En puestos de salida Gómez ha situado también al concejal que fue tachado por Corrupción de «contratación a dedo completamente irregular» como subdirector de Valencia Activa, al igual que su compañera Mar Marín, ambos en lista nuevamente, los «enchufados» por Gómez en la Fundación por el fomento del empleo. Un nuevo chiste que suena a broma pesada.