Un Puente que no sirve

Fernando de Rosa: Un Puente que no sirve

Hay políticos que sirven y políticos que día a día demuestran su inutilidad más absoluta. El caso del ministro Óscar Puente, encargado de transportes y concretamente del ferroviario, es el segundo, es decir que en cada momento está acreditando su gran ineptitud para seguir sentado en la poltrona de la sede de los Nuevos Ministerios en Madrid.

Los valencianos, cada vez que decidimos coger un tren, tanto de alta velocidad como de cercanías es como si estuviéramos jugando a la lotería, es decir que el premio gordo es que no haya alguna incidencia a lo largo del trayecto.

Estos días hemos podido comprobar como la estación de Chamartín, destino de los trenes de alta velocidad con destino Madrid desde las capitales de la Comunitat, se ha convertido en una especie de estación tercermundista con miles de usuarios sin poder iniciar su viaje e incluso atrapados en el túnel que une la estación de Atocha con la referida de Chamartín, llegando a poner en riesgo la salud de los viajeros atrapados en vagones en muchas ocasiones sin ventilación y a oscuras.

Alguien nos lo tendrá que explicar.

Esta situación es incomprensible máxime cuando los trenes con inicio en la Comunitat Valenciana pasan por el subsuelo de la estación de Atocha para atravesar un túnel durante 15 minutos y llegar al norte de Madrid donde está situada la estación de término en Chamartín, en cambio los que vienen del noreste, Aragón y Cataluña,  tienen que hacer un desvío para entrar por el sur.

Pero independientemente de la estación de destino, lo verdaderamente indignante es la nefasta gestión del inservible ministro de transportes que únicamente es conocido por la utilización compulsiva de las redes sociales para insultar a todo aquel que da su opinión y esta no es del gusto del lenguaraz Puente.

Su gestión nos hace pensar que inteligentes fueron sus vecinos vallisoletanos echándolo de la alcaldía el pasado 28 de mayo. ¡Como debían de estar de hartos de su gestión!.

Óscar Puente es el ministro que ha insultado al President Mazón llamándole bipolar, es el que se niega a soterrar el paso a nivel de la muerte en Alfafar, que regatea el túnel pasante de serrería en la ciudad de Valencia y que tiene sumida las cercanías de Valencia en un caos perpetuo.

Los ciudadanos de la Comunitat Valenciana no solo estamos siendo ninguneados por el gobierno socialista en cuanto financiación y somos insultados por el pacto PSOE-ERC que nos va a quitar lo poco que recibimos, sino que encima somos los que más padecemos a este ministro que se dedica a poner palos en la rueda en nuestras infraestructuras ferroviarias y de transportes.

En estos momentos de crisis y de sufrimiento de los usuarios ferroviarios, el ministro Óscar Puente no ha tenido un momento para comparecer públicamente pidiendo disculpas y dando algún tipo de explicaciones y alguna  solución a su caótica gestión, pero seguro que en los próximos días reaparecerá para regar de millones a la Generalitat de Cataluña como pago a la investidura de su compañero Salvador Illa y para mantener su propio sillón ministerial y el presidencial de su amado líder.

El filósofo británico Bertrand Russell decía que “lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar”

Frase que define perfectamente la situación en que se encuentran millones de ciudadanos que tienen que acudir a sus puestos de trabajo diariamente o tienen que viajar por diversos motivos tanto personales como laborales, y que se encuentran atrapados en viajes que no se sabe cuando se inician o cuando van a terminar por los continuos retrasos y averías ferroviarias. En esos momentos los perjudicados viajeros saben qué “puente, metafóricamente hablando, no hay que tolerar porque se encuentra políticamente quemado” y este puente se llama Óscar, es de Valladolid y parece que  trabaja en la sede del ministerio de transportes en los Nuevos Ministerios de Madrid.

Sin duda el día que tenga que comparecer en el Parlamento, tal como ha solicitado el grupo popular, mucho tendrá que explicar aunque lo más seguro será que utilice el argumento que mejor conoce y por el que ha sido nombrado ministro: el insulto, el desprecio y la agresividad. Pero los ciudadanos cuando lo vean y escuchen dirán como el niño protagonista de la película “El sexto sentido” que decía la famosa frase: “En ocasiones veo muertos” y esa es la sensación que muchos tenemos  al ver a Óscar Puente, que es un político quemado y muerto aunque él no se haya dado cuenta.