Quiero avanzar en democracia no retroceder
Nunca viví la dictadura de Franco, ni las revueltas de los grises donde la gente corría ante ellos clamando libertad. Es verdad que mi generación eso no lo hemos vivido. Nací en pleno baby boom, en los 80. Pero mi vida ha cambiado.
Lejos quedaron als batallitas de la Guerra, las penurias, las miserias, la confrontación entre hermanos que me contaba la yaya. Para mí la democracia es algo que he vivido, pero que los jóvenes no queremos perder.
Es verdad que hemos tenido más facilidades que muchos anteriores en muchas cosas. Pero a diferencia de nuetrsoa padres, la cosa ha cambiado mucho. Cuando mis padres me tuvieron jóvenes veinteañeros, al poco me dejaron al cuidado de la yaya, porque ellos querían trabajar ambos para labrar mi futuro. Ellos tenían ganas de trabajar y trabajaron, aún faltos de experiencia lo suplieron con ganas. Ahora tenemos formación, pero no trabajo.
Es la primera vez desde la fastidiosa y trágica guerra civil en que unas generaciones vivimos peor que la anterior. Esto es toda una crisis y el hartazgo de muchos priemros e convirtió en indiferencia, los «ninis», pero ahora puede ser otra cosa.
Después de esta pandemia hemos visto como nunca antes a un gobierno que nos ha recortado libertades, nos ha recortado derechos. Un gobierno ineficaz y torpe. Unos dirigentes políticos que NO han estado a la altura de nada, ni de sus votantes ni de los españoles.
Durante más de un mes muchos han agachado la cabeza, han callado, incluso entre las filas de la oposición. Un silencio que les hace cómplices, pro mucho que ahora quieren alzar su bandera.
La crisis es del sistema, de la política como tal. De una panda de vividores que se han creído que sus escaños son un cheque en blanco. Donde al final practican un circo mediático y representan un papel.
Veo con preocupación la falta de democracia, que pensábamos madura, pero no lo es. Una deriva hacia los extremismos y fanatismos que nos llevará a un conflicto social en als calles. Eso no es bueno. Donde surgen arietes de unos y de otros dispuestos a defender sus fanatismos como sea necesario.
¿Dónde quedamos la mayor parte de la sociedad? Pues asistimos atónitos a este sinsentido. Nos callamos, nos indignamos, pero permitimos que unos y otros hablen por nosotros y nos traten como a un rebañp de ovejas a la espera de ser dirigido.
Yo me niego a ello. No soy una oveja, soy un ser racional y con muchas preocupaciones. Como yo, creo que millones de españoles que quieren decir BASTA. No en mi nombre.
Pero tampoco queremos más represión, más engaños, más censura. Somos adultos para votar, pues somos adultos para discernir. No es tolerable la censura informativa, la manipulación y el burdo engaño. Tampoco muchos queremos llegar al punto de abofetearnos en plena calle.
Quiero volver a la normalidad, a una sociedad donde quepan todos, y seamos tolerantes, donde la diversidad nos enriquezca y no nos separe, epro me temo que la clase política actual no está ni estará a la altura de lo que merecemos.
No puedo concebir un Estado donde a nuestros sanitarios nos e les hagan test pero sí a los futbolistas. ¿O quizá volveremos a la antigua Roma? Pan y circo, en este caso pan y futbol.
Es momento de reflexionar y ver hacia donde queremos llegar. ¿Seremos un rebaño que no dejaremos manipular por unos u otros o por fin no nos dejaremos avasallar?
Vicente Bellvís