Luisa C. Perosán: Propaganda electoral.

– Creo que quedan muy pocas personas que todavía se puedan sorprender con las ocurrencias de Podemos. Lo último, es una fantasía.

El sobre con la papeleta electoral está repleto de dibujitos. Por lo visto cuentan con que su votante medio los necesita para entender. Dibujos con políticos reconocibles y personajes que llevan ochenta años o más, criando malvas. Símbolos fascistas, el tío del bigote, incluso Mussolini (poco explotado a mi entender), tanques y bombarderos… Todo muy apocalíptico al modo Hollywood.

El breve, pero entretenidísimo relato comic del sobre, viene a explicar al vulgo que la Unión Europea se formó para evitar que el fascismo volviera a surgir…

Tras esta presentación, en el interior viene un panfleto de lo más divertido. Personajes reconocibles conspirando contra el pueblo. Advertencias sobre monstruos y una inminente guerra. Todo de lo más terrorífico. ¿Y quién nos va a salvar de este pavoroso futuro?. Irene, por supuesto. Cuenta con un dibujito muy mono donde se la ve con la boca abierta, (gritando, no sean mal pensados) con el brazo derecho en alto y con el puño cerrado. Todo muy revolucionario a la vez que cuqui.

Irene y sus aguerridos luchadores en redes sociales, expertos en pancartas y conocedores de muchos slogans,  defenderán los derechos de la gente frente a estos siniestros personajes… Y ya sabemos lo que Podemos entiende por gente. La mayoría (Nótese la ironía).

Y ya sabemos para qué se presenta Podemos a las elecciones europeas. Irene se queda en el paro y hay que colocarla en algún sillón.

Si con ella se cuela alguno más, pues eso que se lleva, cuatro años cobrando una pasta.

Pero no nos engañemos, además de los guerreros que combaten en redes sociales, tienen un público de la tercera edad, que está constantemente asustado por si Vox llega al gobierno y les quita sus pensiones, o por si llega el PP y se las deja en cuatro chavos. También personas extranjeras, que probablemente, aún no hablan bien español y no entienden lo que predica esta gente. De lo que no cabe duda, es de que el voto trans es suyo. Pero ¿será suficiente?. No. Ni mucho menos. Después de cuatro años de desvaríos y ocurrencias, muchos de los que en su día les votaron, han quedado muy decepcionados.

Seguramente, muchos de estos ex votantes, eran los que estaban reunidos en la puerta del juzgado increpando a la pareja morada.

¡Fascistas! Gritaba Irene, “al fascismo se lo vence con más derechos”. Frase, que no soporta ni el más somero de los análisis por su estulticia. Irene, la experta en dar “derechos” a minorías, derechos que solo sirven para contentar las fantasías de unos pocos, mientras se socaban la dignidad y derechos de muchos.

Irene, la que ha conseguido anular a la mujer (hembra reproductora del ser humano) para contentar a los cuatro gatos que no están conformes con lo que la naturaleza les ha dado. Irene la que no sabe redactar leyes sin que las consecuencias sean nefastas, o bien por ignorancia, o bien por pura maldad. Irene la que ve en el 50% de la población española a maltratadores (hasta que no se demuestre lo contrario).

Irene, la que te dice que abortar está fenomenal, pero tiene tres hijos. Irene, la que ha multiplicado por mil su patrimonio desde que llegó al sillón. ¿Irene te va a defender en el parlamento Europeo?, ¡Ni de broma!.

Podemos es un zombi, un cadáver con apariencia de vida, pero que ya empieza a oler muy mal.

Podemos, con suerte, desaparecerá después de estas elecciones. Aunque se echarán de menos sus chorradas, fuente inagotable de memes, Sumar viene a sustituirlos como bufones de la política española, y prometen ser incluso peor.