La edad de independizarse

Enrique Arias Vega: La edad de independizarse

Según una encuesta, los jóvenes españoles se independizan de sus familias pasados los treinta años, cuatro más que sus correspondientes de otros países europeos. Es obvio que la familia española es más acogedora que en otras partes y que existe aquí un sentimiento mayor de solidaridad y apego a los valores familiares, pero eso por sí sólo no justifica la brutal diferencia de años entre unos y otros,

Aquí tenemos un problema inveterado de escasez de viviendas y lo elevado de su coste, ya sea en compra o alquiler, para que los jóvenes puedan sufragarse un domicilio fuera de la casa de sus mayores. Ése es un problema al que no han podido ponerle solución los sucesivos Gobiernos, ya que en el fondo es un problema de demanda y oferta que exige un aumento considerable del parque inmobiliario para que los precios bajen y se acomoden a las posibilidades reales de la gente. Eso haría que bajasen también las hipotecas, al dar más facilidades las entidades financieras.

En cualquier caso no deja de ser una contradicción mayúscula que un muchacho adquiera la mayoría de edad a los dieciocho años y no pueda emanciparse en realidad hasta una docena de años después, cuando él es un señor con toda la barba y ella debería tener ya un hijo que seguramente tanto desea.

Por eso, semejante contradicción es más dramática  de lo que podría parecer, ya que la continuidad bajo la protección familiar impide la más pronta maduración de los jóvenes y su capacidad de enfrentarse  a la vida. Por eso, también, seguimos quejándonos de cierto infantilismo en nuestros hijos, por mayores que sean, y su relativa dependencia de la unidad familiar cuando ya deberían ser capaces de tomar decisiones por su cuenta.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega