José María Llanos: “De Vacaciones. ¿Perpetuas?”

Queridos lectores de uno de los medios de comunicación más serios, rigurosos e independientes (sí, independientes, aunque parezca increíble, visto lo visto), que tenemos los valencianos.

Estamos en agosto; mes de vacaciones para muchos de los españoles, para muchos de los valencianos. Pero la actividad social no para y, sobre todo, la actividad política. Como portavoz de VOX en las Cortes Valencianas, no hay día que no me pidan declaraciones, posicionamiento, opinión, sobre ¨lo que está pasando”. Conclusión: de una declaración de tres minutos, los medios de comunicación “del sistema” (ergo, que cobran subvenciones, que tienen “amos”, que buscan pesebres) publican diez segundos; y si es por escrito, incluso interpretan y llegan a inventarse mis palabras.

No es nuevo; no es cuestión del verano. Es cuestión del día a día, en el que VOX es un frontón contra el que todas las pelotas han de golpear. ¿Saben por qué? Porque tienen miedo; tienen miedo de la verdad; tienen miedo de que sólo nosotros decimos las cosas claras, y llamamos al pan, pan, y al vino, vino. Pero da igual; eso no va a cambiar.

La única suerte, gracias al Creador, es que tú, lector de Valencia News; tú, valenciano que ya no te crees lo que te intentan meter en la cabeza; tú, ciudadano responsable, quieres pensar y quieres decidir. De ahí el título de este artículo: vacaciones, ¿perpetuas? Porque el delincuente de Puigdemont, el autócrata y traidor de Pedro Sánchez, el vendido de Grande Marlaska, y el ¨separatista” Núñez Feijóo (porque así lo ha demostrado en su “cortijo” gallego), nos quieren de “vacaciones perpetuas”. Quieren que no pienses, que no opines, que no te quejes, que te aguantes, que te conformes, que no hagas absolutamente nada. Ellos son los “papás” de una familia nacional a la que controlar, aunque sea en la miseria. Ellos son además los súbditos de “papás” más grandes, que quieren que el mundo esté estrictamente a su servicio, y que “nadie, pero nadie, levante la voz”.

Es trágico que en esta “Civilización”, no hayamos dado ni un solo paso, si hablamos de los gobernantes. Fue Suetonio (historiador romano), quien dijo hace casi DOS MIL AÑOS, que “en un Estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres”. ¿Cree usted, querido lector, que en 2024 el pensamiento y la palabra son libres? Yo creo, sinceramente, que NO. El pensamiento está controlado por la “doctrina” (política, social, mediática), y la palabra está prohibida si es discordante. Quienes aparecieron en la época moderna para defender las libertades, son los verdaderos asesinos de la libertad.

Hace ya más de 70 años, Ray Bradbury escribió “Fahrenheit 451”, novela distópica que presenta una sociedad estadounidense del futuro en la que los libros están prohibidos y existen “bomberos” que queman cualquiera que encuentren. De hecho, 451º Fahrenheit (232,8º Celsius) es la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde. Pues yo creo que Bradbury fue, desgraciadamente, un visionario, porque nuestra política española y valenciana, así como los medios de comunicación, están dedicados a la “quema del pensamiento libre”, so pena de enviarte al ostracismo, o de someterte a la persecución, a la mentira, al bulo, a la maledicencia, al prejuicio, a la manipulación.

Pero a pesar de todo, y ante esta repetición de lo peor de la historia del hombre, sigue quedándome muchísima esperanza, por dos motivos:

1º. Un hombre de VOX no se arredra, no tiene miedo, no se echa atrás, cumple su palabra, no le debe nada a nadie, no quiere sillones, no le hace el juego a nadie, y no dice ni defiende lo que los poderosos quieren oír, sino lo que los ciudadanos necesitan; y

2º. Los ciudadanos no están dispuestos a “tragar”, a creérselo todo, a blanquear al PSOE (como hace el PP), a negociar con los separatistas de Junts (como hace el PP), a callarse y soportar la miseria.

Hay esperanza; los valencianos no queremos vacaciones perpetuas del pensamiento. Queremos pensar, queremos hablar, queremos decidir.

Sólo así, querido lector, querido valenciano, querido español, tenemos futuro. Sólo así, nos vamos a salvar. Pero, ¡rápido y a la lucha!

¡Ya no queda tiempo!

José María Llanos