Joe Biden, con un pie fuera

El presidente norteamericano, Joe Biden, tiene todas las de perder en su aspiración a repetir en la Casa Blanca. Y no me refiero a las encuestas, que dan una ventaja de tres puntos a su rival, Donald Trump, sino al retraimiento de los grandes donantes para la campaña electoral, que es el auténtico barómetro sobre las expectativas de uno y otro candidato.

Hasta ahora, Biden se ha negado a reconocer su senilidad, pero la cuestión ha llegado a un grado tal que hasta el propio Barack Obama, según el Washington Post, habría mostrado su renuencia a la repetición del candidato, Y la voz de Obama es como la del Espíritu Santo dentro del Partido Demócrata. También, según otras fuentes, los líderes del partido en el Senado y la Cámara de Representantes secundarían dicha postura, ante el temor de una hecatombe electoral.

En el lado opuesto, el Partido Republicano, la euforia es tal que en su convención no tratan a Trump como un aspirante, sino como al próximo Presidente de los Estados Unidos, aureolado, además, de haberse sobrepuesto a un atentado y con una demostración de energía que electriza a sus seguidores.

Estamos, pues, ante dos escenarios bien distintos. Por eso, pese a su resistencia a abandonar la carrera electoral, a Biden no le quedará más remedio que hacerlo, como último servicio a su partido y quizás a su país. Aún no se postulan candidatos a sucederle, pero es cuestión de semanas, si no de días, el que lo hagan. Por eso, no sería de extrañar que esta misma semana, incluso, Biden no ponga uno sino los dos pies fuera de la contienda electoral. Todo, antes de la vuelta de Trump a la Casa Blanca.

A contracorriente
Enrique Arias Vega